Siete tips que aportan al tema de la «inscripción online» y la falta (o no) de vacantes en Ciudad de Buenos Aires.
Finalmente hubo una respuesta oficial sobre los resultados de la Inscripción Online para los primeros años de los niveles educativos de Inicial, Primaria y Secundaria en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un poco tarde para algunos, lo que se podría analizar en algún momento es si valió la pena el lío bárbaro que se armó ya que, si es como dice el ministro Bullrich, esos resultados son algo que todos ya sabíamos de antemano que ocurriría…
Me voy a correr de la lógica planteada por algunos sectores de que «la Inscripción Online aleja a las familias de la escuela, busca privatizar el sector público y dejar sin vacante a los chicos de la Ciudad». Me parece que esta premisa no se sostiene. Puede que sirva para posicionarse más lejos del gobierno de la Ciudad, diferenciarse, pero es dificil de sostener en el tiempo. No encuentro una política tendenciosa en este sentido. Sí, es muy posible (estoy casi convencido) que con la falta de política global del sistema esas cosas terminen ocurriendo… Pero eso ya no es lo mismo… Ahí es donde habrá que trabajar porque construir una política es más que una «lista de cosas pendientes»…
Por eso acá les dejo algunos tips para enmarcar lo que a mi parecer ocurre con la demanda de vacantes para escolarización de los chicos porteños, matizadas con algunas propuestas que podrían servir en el caso de construir esa política global que, casi como reclamo, surgía en el párrafo anterior.
1) Siempre supimos que la real demanda insatisfecha de vacantes en el sector público de la Educación de la Ciudad estaba en el segmento de los 45 días de vida y los 3 años. Para el año 2008 una ONG planteaba que el número era cercano a las 8.000. Hoy pareciera haber bajado ese número aunque se mantiene cercano a los 7.000 vacantes. Sería interesante saber el perfil social de esas vacantes no satisfechas ya que mi hipótesis es que el problema de acceso a jardines maternales y/o escuelas infantiles es un problema para los sectores medios bajos en el que ambos padres trabajan y que al ver cubiertas las vacantes del sector público por sectores de menores recursos sólo pueden acceder al sector privado. Igual y en un marco mucho más general habría que revisar ese discurso de escolarización tan temprana de los pibes. No me desligo aquí de que hay sectores que lo necesitan por el trabajo de los padres pero habría que ser un poco más ambiciosos en una política para este segmento y allí no sé si es imprescindible pensar sólo en el formato escolarizado.
2) Siempre supimos que excepto los barrios de Villa Soldati o Villa Lugano en Educación Primaria no existen graves problemas de vacantes. Igualmente y con problemas de oferta esos distritos siempre encontraron la forma de reubicar alumnado a partir del trabajo puntilloso realizado generalmente por los propios supervisores que. aún durante los primeros días del ciclo lectivo, garantizaban una vacante para cada chico que no la había obtenido en la primera inscripción.
3) Siempre supimos que hay escuelas más elegidas que otras, con listas de espera kilométricas y a las cuáles pareciera que el acceso está vedado como el Lengüitas u otras. Habrá que estudiar estos casos. Sin embargo, a primera vista, no pareciera que el nuevo sistema termine con esta situación. Por el contrario habría que revisar si el propio sistema no tiende de alguna manera a homogeneizar todavía más los grupos sociales que acceden a cada escuela reforzando los circuitos diferenciados que muchos especialistas denuncian en trabajos de investigación.
4) Siempre supimos que en el nivel secundario no existen problemas de vacantes. Por ahí, si de distribución geográfica de las ofertas de las orientaciones. Sin embargo, también es cierto que la elección de la orientación por parte del alumno y su familia no podría ser satisfecha abriendo «una escuela de cada una» cerca de cada domicilio de cada chico. Los jóvenes se han movilizado por la ciudad para acceder a la escuela que prefieren y eso no lo veo mal. También es parte del aprendizaje. En todo caso si hubiese problemas un sistema de micros escolares gratuitos podría solucionar problemas. Sería interesante igual revisar como se distribuyó la demanda ya que podría reorientarse la oferta de un servicio cuyo mandato fundacional histórico no fue hasta hace muy pocos años para cubrir el 100% de los chicos en esas edades.
5) Subsanados los problemas de «validación de la información» (tal fue el planteo del Ministro del Área) que por otra parte parecen haber sido unos cuantos, podría mejorarse el análisis de la oferta. Algo que podría demostrar (también ya lo sabemos) es el desfasaje entre demanda de vacantes y distribución geográfica de las plantas docentes. Por lo escuchado en reportajes radiales el gobierno afirma que creará 500 nuevos cargos docentes. ¿No sería mejor revisar la distribución geográfica de las actuales plantillas para acercar la oferta adonde hay mayor demanda? Generalmente, se toma la Avenida Rivadavia para realizar un corte Norte-Sur de la Ciudad en este sentido. Creo que una buena «reingeniería» debiera meterse distrito por distrito, nivel por nivel, garantizando los dos elementos base para ello: la vacante del alumno en una escuela que brinde un servicio de calidad y el empleo de los docentes que estuviesen implicados en estos cambios… Sin dudas este trabajo no es sólo de gestión: en educación primaria por ejemplo, debiera cambiarse el concepto: «Soy maestra/o de la Escuela X del DE X» por la de «Soy maestra/o de la Ciudad de Buenos Aires». También es cultural…
6) Los datos preliminares de la inscripción según el Ministerio muestran un crecimiento 2014 en la demanda de Educación Inicial. Más allá de la duda que me provoca esto (ver punto 1) habrá que revisar lo que muestren los relevamientos anuales de matrícula. Claramente por ahora es sólo «inscriptos». Los que tenemos unos años en las escuelas sabemos que al 30 de abril, momento del corte para relevamiento de matrícula, inscriptos y alumnos «reales» no son el mismo número. Igual, ciertamente en los últimos años se ha venido incrementando la oferta de educación de nivel inicial público en la Ciudad y eso es muy auspicioso.
7) Igual sería un grave error de parte del actual gobierno de la Ciudad insistir con que la mejora de calidad del sector público es la causa del incrementó de la demanda por el sector. Con datos parciales y sin un profundo análisis es sólo un slogan. Ya vimos esto en un anterior post. No profundizaré si quieren pueden leer aquí. Sólo diré que si hubo incremento, seguramente es multicausal. Pensar o inducir desde el discurso que el «inglés desde 1° grado» (antes existía desde 4°) o la «entrega de una netbook para cada alumno de educación primaria» define la elección de una escuela por parte de una familia es puro candor y no refleja seguramente la realidad.
Esperemos que esta experiencia haya servido igual para mejorar las políticas del sector… Algo que viene necesitando la Ciudad y por que no, todo el país…
Muy buen analisis, un placer leerlo.