La película de Él | plazademayo.com La película de Él | plazademayo.com

La película de Él

El film sobre Néstor Kirchner fue considerado por la crítica cinematográfica de diarios oficialistas como una obra maestra. Una lectura de esas críticas y una opinión sobre un film de propaganda.

 

El oficio de crítico obliga a preguntarse qué hacer cuando uno ve una no-película. Si criticarla (lo cual es difícil si se critica películas y se ve una no-película), comentarla o qué. Cuando se termina Néstor Kirchner: La película dan ganas de ir a hacer una denuncia policial. Y ojo que con menos broma se podría hacerla en serio, porque la exhibición en 120 salas, el estreno en el Luna Park, su presupuesto y el tratamiento diferenciado de todas las demás películas argentinas siembra, al menos, algunas dudas.

Los críticos estamos acostumbrados a las no-películas porque a veces hay que escribir sobre esas franquicias hechas por robots, como la de los vampiros adolescentes (que, entre nosotros, se estrenó con sólo 50 copias más que la de Néstor y es la película más vista en estos momentos en el mundo todo). Pero hasta ahora, desde hace varios años, no había que hacerlo con la propaganda, no al menos con propaganda que fuera vista por un grupo de más de 100 personas. Buchones hay siempre, pero esto es otra cosa y todo llega. Cuando no hay nada sobre que escribir (y en Néstor Kirchner, la película no hay nada sobre qué escribir) recurrimos al contexto o a barbaridades como esta, escrita por Hugo F. Sánchez en Tiempo Argentino: “En un momento donde la polarización se traslada a cada uno de los rincones de la vida cotidiana, donde el modelo kirchnerista se enfrenta al mayor y más formidable poder económico, mediático y cultural de la historia argentina, para dejarlo absolutamente claro, este cronista se ubica de este lado. El de los buenos”. O sea, aunque la obra de Paula De Luque sea un desastre, Sánchez va a decir que es genial porque la hizo una de “los buenos”. Lo dicho, una barbaridad.

Si no hay nada que decir, se apela al contexto. Contexto o muerte, como cuando Ranzani en Página 12 habla sobre las imágenes de archivo de la pareja Kirchner en su juventud de esta manera: “… imágenes que ayudan a construir esta reflexión política y poética (a la que contribuye la música de Gustavo Santaolalla), y que cobran su mayor pico emocional con el final (que no conviene ser adelantado)”. Hay que aclarar que las imágenes a las que Ranzani se refiere son tomas caseras, de caracter familiar. A esas imágenes se refirió Gustavo Noriega en Palabras + Palabras -, diciendo que eran lo más interesante de la película por su valor documental. Y ya que supongo estar del lado de los malos, contribuyo a decir que son lo más interesante del film pero que, además, no las filmó De Luque. Y -perdón Ranzani y público- pero ya estamos jugados: al final, NÉSTOR MUERE.

Evidentemente se puede decir cualquier cosa cuando se habla de la nada, pero nunca usar la palabra reflexión para cosas como esta. Reflexionar es tratar de unir distintos puntos para sacar conclusiones nuevas. De pensar, bah, ya que tampoco somos diccionarios de palabras fáciles. En Néstor Kirchner, la película no hay conclusión, y no tendría que haberla necesariamente, pero en esta producción esto pasa porque no existen las contradicciones. Hay una bajada de línea, que no encuentra -y a la que no le interesa ver- en Néstor Kirchner a un ser humano (tampoco a un político), sino a un «Él». Es propaganda, como ya se dijo mil veces; pero mala, porque la propaganda efectiva requiere de cierta potencia obscena, impune, que Paula De Luque no tiene, tal vez por no estar tan convencida de lo que hace o por pura ineptitud. Todas las operaciones de la película están mal narradas, mal enlazadas, sin cohesión, sin fuerza visual. Nunca se sabe, por ejemplo, de quién son las voces en off que van hilando el relato. Cosas así de sencillas. Como la apelación remanida a las «flores» para denotar esa «poesía» que Ranzani gusta de destacar. O como el uso de las imágenes de Máximo Kirchner y su anécdota sobre los soldaditos aplastados por su padre, que inician la película y que antes de su estreno se convirtieron en chiste de todo el mundo. (Es llamativo, pero cada vez que aparece Máximo parece querernos contar un nuevo trauma). De Luque no se puede dar cuenta de que la participación inicial de Máximo da una imagen opuesta a la que ella querría dar. No se da cuenta de eso ni de lo alargada, sosa y aburrida de toda la operación. Quizás no se da cuenta porque no es su película, sino la de un gobierno. Aunque sí debió percatarse del capítulo final, con el uso y abuso de la imagen de Mariano Ferreyra, que casi redefine el viejo concepto de abyección cinematográfica, dando a entender que su homicidio mató a Néstor, cuando lo importante en este caso es ver quién mató a Ferreyra.  Las vías férreas que muestra quieren dar cuenta de ese homicidio, pero remiten involuntariamente a Once, responsabilidad del gobierno de Cristina pero también de Néstor.

Hubo una juventud maravillosa de los 70 en el campo del cine. Spielberg, Coppola, Scorsese, Bogdanovich y más fueron grandes relatores y sus películas estaban llenas de poesía. Entre ellos estaba el gran Brian De Palma, un cineasta que se preguntó durante toda su carrera sobre qué se podía creer y desconfiar del cine. Toda su obra estuvo basada, de alguna manera, en la mentira. Paula De Luque usa la misma materia prima, pero esta película no tiene nada que ver con De Palma ni el buen cine.

 

Comments

  1. Mársico says:

    Un producto más de esta banda de delincuentes y su corte de oportunistas (los mismos que dentro de unos años van a decir que creyeron «honestamente» pero fueron «defraudados» por los K). En un país empobrecido como esta republiqueta sojera a una buena parte la comprás por «dos pesos». Los «carta abierta» saben bien que tienen que aprovechar este tren para salir de pobres porque usando el marote honestamente no te alcanza ni para los pitucones del saco de la facultad…

  2. Cacerolo de Teflón y Obes says:

    Una CUASI Película, con una HISTORIA que nunca TUVO, hablando de BANDERAS en las que NUNCA CREYÓ y defendiendo un MODELO que NUNCA EXISTIÓ. No podría compararse con EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD, por el simple hecho que entre esta Neo Imberbe de LUQUE y LENI RIEFENSTAHL hay un abismo. A esta sra. no le dá la cabeza como para tanto.

  3. Jorge Tordillo says:

    …..y a todo este desatino dictatorial , lo estarà pagando tambièn la Ansès?? Habrìa que rebautizarla : «Kirchner para todos»

  4. Nando says:

    Che! En notas de opinión, ¿es válido la bajada de línea?… ah, ¿si?. Bueno, que acá aprendan un poquito de eso porque de sutil no hay nada. Más bronca, odio y repugnancia que otra cosa se ven en las letras. Muchachos, bajen un cambio. Uno, eso tan solo. Uno. Gracias.

  5. elian says:

    No pienso perder el tiempo viendo panfletos, excelente crítica. Con eso me sobra.

  6. humberto says:

    Perdón x mi doble comentario…el sistema me dijo que no se había podido publicar. Pueden putearme doble jajaja

  7. humberto says:

    Me pareció que el material documental podría haber sido mayor. Demasiada contextualización cinematográfica que hace perder tiempo que podría haberse usado para ver más escenas inéditas. Obvio, película hecha por kirchneristas para kirchneristas. Excepto la escena final, en general me gustó….que vamos a hacerle….hay algunos que somos crédulos.

  8. humberto says:

    Yo hubiera preferido que sea más documental. Me resultó poco el material y mucho la contextualización cinematográfica. Habla de Kirchner, hecha por kirchneristas que ven/vemos en Néstor a un personaje con épica. La historia juzgará. La escena final no me gustó, me pareció fuera del nivel sobrio que mantuvo la película.

  9. PEDRO says:

    Hacer cine «stalinista» es muy dificil y mas si quien lo hace sigue directivas oficialista. Muy triste.

  10. Luis Venturro says:

    Vendría a ser una versión para cines de 6-7-8.

  11. Zapiola says:

    «Los malversadores» sería un proyecto cinematográfico sobre la trenza cultural que se apropió de artistas como Urondo, Gleyzer y otros para malversarlos. La típica fasificación estalinista de la historia con fondos del Estado. Pero se quebraron la columna vertebral y viene la noche.

  12. ricardo says:

    Santo Dios, libranos de esta gente, que llevo el poder a su máxima expresión para beneficio propio, masacrando medios, corrompiendo jueces, siendo autista a la queja popular y mintiendo a gente ignorante para sacar provecho de su poderío, les digo que la ley del supremo existe y solo es cuestión de tiempo, veremos pasar «el cadáver de Cristina»,,, lo se…

  13. Sergio Puccini says:

    excelente crítica. No vi la película (ni pienso perder el tiempo viéndola) porque no me interesa ver propaganda política, de nadie ni de ningún partido. Era obvio que esto iba a ser más de lo mismo: propaganda y relato mentiroso pretendiendo elevar a la categoría de prócer a un usurero que lucraba con las posesiones que les quitaba a sus coterráneos en Sta Cruz gracias a M. de Hoz y tantas otras «perlitas» de Shylock, digo, Néstor.

  14. Una critica desde la propaganda anti k en un sitio de propaganda anti k. La viga en el ojo propio es la mas dificultosa de visualizar. Y bastante bajadas de linea, al menos en los parrafos finales…

    • Fabio Zombie says:

      se vienen las reversiones del cine de Raymundo Gleyser,,,»los Traidores» se pasaria a llamar «Los Amigachos»…

    • Miriam says:

      Mas que sitio de propaganda anti K es un sitio de opinion, un sitio de investigacion periodistica. Si para el periodismo militante por el solo hecho de ser militante su profesion se transforma en propaganda, no midan con la misma vara oportunista a quienes trabajan de verdad. Si tuvieran un poco de sentido comun deberian llamarse a silencio.