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El frío de la locura

Por Nicolás Mavrakis

El Borda desde adentro. Una crónica sobre la situación del neuropsiquiátrico, a 33 días del corte de gas. Mientras internos y médicos se movilizan, Macri responde con evasivas.

 

I

Un interno deambula tranquilo por la entrada del Pabellón Central del Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda. Pide prestado un cigarrillo, sale hasta el frente del edificio y se sienta en el suelo a disfrutar del sol. Hace treinta y tres días (y contando) que el hospital con 720 pacientes está sin gas y el calor pasó a convertirse en un bien escaso. «En las reuniones grupales el tema surge cada vez más. No es fácil para un paciente psiquiátrico tratar con cambios drásticos en su medio. En circunstancias normales, suele ser muy difícil para algunos la cuestión de bañarse. Ahora que el agua es fría, la situación es mucho peor», cuenta Hernán Scorofitz, uno de los psicólogos concurrentes que atiende en el Borda.

 

El circuito del «desmantelamiento» hospitalario porteño, profundizado bajo la gestión PRO, resulta particularmente siniestro en un centro psiquiátrico. La ausencia de servicios elementales como el gas no sólo frustra a los pacientes –muchos de los cuales llevan más de la mitad de sus vidas en el lugar–, estimulando su resignación e incluso su agresividad, sino que también provoca el alejamiento de muchos profesionales. Así, la continuidad de un tratamiento fructífero se vuelve cada vez más porosa. Los enfermeros, por su lado, se ven obligados a tratar en peores condiciones con pacientes cada vez más deteriorados. Desde hace treinta y tres días (y contando), ayudar a bañar a un paciente implica un complejo proceso de acumular agua recalentada en distintas pavas eléctricas, transportarlas hasta los pacientes y, a partir de ahí, lidiar con trapos y baldes y un creciente mal humor. Algo que no incluye remuneraciones extra. Y para peor: no son pocas las veces que el sistema eléctrico sobreexigido del hospital cede y la cuesta se vuelve más alta.

 

 

Las hornallas a gas, acumulando herrumbre. Las eléctricas se usan hasta para calentar el agua para el baño higiénico de los internos.

 

II

El 20 de abril, la empresa Metrogas registró una fuga de gas en uno de los caños centrales con influencia sobre la zona del Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano, vecino del Borda junto al Hospital Infanto-Juvenil Tobar García. A partir de ese momento, el suministro quedó interrumpido. La primera protesta fue en Semana Santa y surgió de un grupo de profesionales del hospital, autoconvocados por fuera de las asociaciones gremiales. «Ya se va a resolver», fue la respuesta del director del Borda, Ricardo Picasso. Poco a poco, los gremios de ATE, UPCN y SUTECBA, presentes en un centro de asistencia que hasta 1993 dependió del estado nacional, unieron sus fuerzas con la Asociación de Médicos Municipales y la Asociación de Profesionales del Borda para sumarse al reclamo. Según indicaron desde el gobierno porteño, las reparaciones involucrarían 12 kilómetros de tuberías, por lo que el optimismo en el Borda es escaso. Y las experiencias recientes con el mismo problema en los hospitales Rivadavia, Udaondo y Lagleyze tampoco perfilan un horizonte favorable. La semana pasada hubo un paro de 48 horas y este lunes se repitió una marcha hacia el Ministerio de Salud porteño.

 

«Antes en televisión salió un funcionario diciendo que el gas iba a volver este miércoles», dice entusiasmado un interno del Pabellón Central. El televisor suena a todo volumen y otros tres internos, sentados uno junto al otro ante una pequeña mesa, lo miran absortos. Frente a ellos, conectado de manera precaria a una de las paredes húmedas, hay uno de los pocos dispenser capaces de ofrecer hoy un poco de agua caliente. «El problema es que se acaba rápido», grita otro de los internos, contra el eco del televisor que resuena en el pabellón derruido. Mientras sostiene un pequeño mate de metal, agrega: «Se acaba rápido porque tienen que usar agua en la enfermería». Luego continúa su camino por uno de los largos pasillos hacia otra sala.

 

 

«El mate y el cigarrillo son dos elementos importantísimos para los internos», va a describir después Hernán Scorofitz. «En el medio psiquiátrico, funcionan como elementos importantes de cohesión social y ayudan a quebrar el aislamiento. Muchas veces abandonados por sus familiares y sin programas que les faciliten integrarse al mundo exterior, algo tan simple como la imposibilidad de preparar mate caliente afecta sus subjetividades y se transforma en un padecimiento».

 

«Padecimiento» es una palabra que describe bastante bien el estado general de los pisos, los techos, las paredes y los baños del Borda.

 

Termotanques eléctricos provisorios. La sobreexigencia de la capacidad eléctrica del neuropsiquiátrico provoca frecuentes cortes de luz.

 

III

Para calentar agua, ahora se usan anafes y pequeños termotanques eléctricos, instalados a la velocidad de la improvisación. Aún así, tampoco sirven para satisfacer la demanda cotidiana. La comida, en cambio, continúa llegando en condiciones aceptables porque depende de un servicio tercerizado ajeno al hospital. Igual que la limpieza.

 

Ante la llegada del invierno, el gobierno PRO ya anunció que llegarán “paneles térmicos”. «Los pacientes psiquiátricos fuman mucho y varios padecen enfermedades respiratorias crónicas, por lo que el frío realmente podría empeorar mucho la situación y en el peor de los casos volverla fatal», explica Scorofitz.

 

«El conflicto que hoy tiene el Borda tiene que ver con el gas, pero su situación no se resume a eso. También falta personal e insumos y es muy importante el traslado de pacientes a instituciones privadas. Para Mauricio Macri y Jorge Lemus, la salud es una política de negociados», opina Francisco “Tito” Nenna, legislador de Encuentro Popular para la Victoria. «Los subsuelos bajo la cocina tercerizada del Borda están inundados con aguas servidas. Esto es lamentable para la comunidad hospitalaria pero también es genocida para con los pacientes».

 

Con un presupuesto anual de 124 millones de pesos (de los cuales casi 9 millones están destinados a Mantenimiento y Reparaciones), un simple vistazo a las condiciones edilicias e higiénicas del Borda demuestra que el lugar no escapa a la lógica de abandono y subejecución presupuestaria que ha caracterizado al gobierno de Mauricio Macri. Según las denuncias presentadas en la Legislatura, terminado el primer trimestre de este año sólo se ejecutó el 24% del presupuesto para infraestructura y equipamiento en Salud. «Tampoco se invierte en objetos elementales como colchones ignífugos», explica otro de los profesionales del Borda, en referencia al incendio que, a principios de abril, le costó la vida a un paciente al que encontraron calcinado sobre su cama en el Sector 8 de Terapia a Corto Plazo. Días antes, el servicio 14-22 del hospital había sido clausurado por el Ministro de Salud porteño Jorge Lemus, tras una orden judicial en el marco de una causa por la inseguridad edilicia y de infraestructura del Borda iniciada en 2007. Aquella vez, la opción del gobierno de Macri ante la orden judicial fue elocuente: cerrar el servicio y relocalizar a los pacientes, en vez de realizar las refacciones necesarias. En ese contexto, la cantidad de camas ocupadas disminuye y el personal profesional –mucho del cual trabaja ad honorem– decide ir a trabajar a otros lugares. «Sin el acompañamiento de todos los que venimos a ayudarlos, los pacientes sólo tendrían pastillas y nada más», dice Scorofitz. Mientras el Borda se apaga, sus ocupantes quedan cada vez más vulnerables.

La cotidiana desolación del Borda.

 

IV

Las altas compulsivas de pacientes y las externaciones hacia pequeñas clínicas y centros psiquiátricos subvencionados se repiten cada vez más. Bajo el espíritu teóricamente positivo de “desinstitucionalizar” y “desestigmatizar” a los pacientes, a lo que se apunta es a tercerizar, vaciar y desintegrar la asistencia neuropsiquiátrica en los hospitales monovalentes como el Borda. El proceso se aceleró desde la gestión municipal de De La Rúa, pero la Ley Nacional de Salud Mental sancionada el año pasado con el apoyo de todo el arco político –ley que busca evitar la internación de los pacientes en institutos neuropsiquiátricos–, es la máxima instancia de un proyecto que busca fomentar nuevos negocios privados con la salud. «Porque, ¿en qué estado se encuentra el resto de los hospitales públicos para recibir un nuevo caudal de pacientes?», pregunta Scorofitz.

 

Esta semana, aprovechando el clima de campaña, los candidatos a la jefatura de gobierno Pino Solanas y Daniel Filmus (que como senador votó a favor de la nueva Ley de Salud Mental) se acercaron al Borda para «solidarizarse con el reclamo». Mientras tanto, gremios, trabajadores y profesionales coinciden en señalar que, detrás del desmantelamiento paulatino del hospital, lo que emerge es un importante interés inmobiliario en el valor de los terrenos, en el corazón de Barracas. Hace treinta y tres (y contando), la percepción general dentro del hospital es que, a medio camino entre los lucrativos polos inmobiliarios de Puerto Madero y Parque Roca, el gobierno de Macri busca favorecer nuevos negocios para la Corporación Buenos Aires Sur. Por eso temen su cierre definitivo. «El Borda va a seguir funcionando», es la posición oficial del Director de Salud Mental porteño (y ex director del Borda) Juan Garralda. Desde la bancada PRO en la Legislatura, mientras tanto, insisten en que «se están logrando respuestas con un cronograma mucho más acelerado que el que dice la oposición».

 

«La situación del Borda, el Moyano y el Tobar García forma parte del mismo estado de los 33 hospitales porteños. Con el Borda, lo que se inició desde 2008 es un proceso de descentralización hacia centros menores de los cuales tampoco se han construido los necesarios. Lo que sí hay son proyectos inmobiliarios privados de cifras millonarias, mientras el PRO aplica una política de ajuste y falta de ejecución presupuestaria», dice el legislador Nenna, que el próximo 31 trasladará la Comisión de Educación porteña al Borda mismo, con el plan de citar a los funcionarios responsables para que corroboren la situación del hospital.

 

«Escuché la letra de la canción que cantaste», le dice un trabajador del hospital a uno de los internos que, acompañado de un perro, camina cerca de un busto de Eva Perón. Con las zapatillas sin cordones, el paciente interrumpe su marcha, sonríe y comienza a hacer un esfuerzo notable por prestar atención. Lleva una mano en el bolsillo y con la otra sostiene un cigarrillo. «Fue difícil entenderla, pero me gustó la parte donde decís que querés tener amigos».

Internos, trabajadores y profesionales reclaman al jefe de gobierno Mauricio Macri una urgente solución.

 

Nota relacionada: Muchos locos, pocos loqueros

 

 

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Comments

  1. Virginia says:

    Tristisimo, vivo en Neuquen y recién ahora me enteré de esta situación indignante, esto sigue asi???

  2. Es injustificable e inaceptable.
    Pero es uno de los ejemplos de como todavía atendemos, o mejor dicho desatendemos, a las personas con discapacidad y vulnerabilidad.
    Entrevisté hace unos dias a Alicia Cytrynblum de Periodismo Social y me comentaba que en 8 años de acompañamiento de 22 diarios de Argentina, en 250.000 noticias sobre infancia y adolescencia, solo 1% trataban temas de discapacidad. Un tema que afecta a casi mitad de la población.
    Ninguno de los candidatos locales, provinciales o nacionales todavía tocó el tema de la discapacidad, en el año en que se conmemora el 5° Aniversario de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU (13 de diciembre), y del Decenio de las Américas por los Derechos y la Dignidad de las Personas con Discapacidad de la OEA (6 de junio), y que la OMS y el Banco Mundial presentarán el 9 de junio El Informe Mundial sobre la Discapacidad.
    Si la discapacidad afecta a mínimo 10% de los Seres Humanos, significa que el tema es fundamental para por lo menos 50% de la población (sus familiares y profesionales), por consecuencia no es un tema menor ni de minorias.
    Estamos anunciando la convocatoria para que, a partir del 6 de junio, la Comunidad de la Discapacidad, comencemos a organizar la realización en 200 países y territorios, de una serie de 12 Mega Movilizaciones Mundiales temáticas, simultaneas y secuenciales entre los días 3 y 13 de diciembre de 2011.
    http://www.reunamos.com

  3. Hernan Nadal says:

    Gracias por la nota y por contarnos lo que están sufriendo nuestros compatriotas que están ahí internados.
    Un abrazo

  4. alejandra says:

    me da bronca e indignación mi posgrado será en psiquiatría, son pacientes muy especiales pero «estoy loco pero no como vidrio» ellos se sienten dejados de lado siempre por los profesionales de la salud sus comentarios son y ale para que queres que explique si no me escuchan onda deja que esta loca» comentarios como este escucho a diario, no me explico como puede haber perdidas de gas en un lugar donde el habito principal es el fumar es como si quisieran disipar sus dolencias del alma con el humo, el frio el hambre y la soledad se ve muy a menudo expresado en sus dibujos en sus palabras y en silencio se aguantan todo como si se lo merecieran, hace años que este hospital esta asi.
    Como personal de salud me pregunto hasta cuando???? cuando se darán cuenta que son seres humanos carentes de afectos y de cuidados.
    Una verguenza dejen de construir hospitales y hospitales y arreglen los que se estan viniendo abajo y son importantes para la comunidad.
    Dejen de abrir geriatrícos donde no son cuidados y son nada mas un numero y mueren sin cuidados de profesionales.
    Las autoridades deben actuar ya en estos problemas y no esperar a que exploten o sigan muriendo de frio y hambre.
    me indigna y entristece.

  5. Irma says:

    Ellos podian tener todo…Un lindo lugar para hacer actividades al aire libre, tenian todo, extensos lugares
    aireados, llenos de sol. Tenian arboles, tranquilidad, pajaros, el barrio cerrado que todos desean…
    Los marginales que estan afuera en cambio, no tienen nada de eso, solo stress, ruido, peligros… alli se los llevan…

  6. Julia says:

    ARTICULO 27. — Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos. Esta adaptación y sustitución en ningún caso puede significar reducción de personal ni merma en los derechos adquiridos de los mismos.

    Primero y principal porque un manicomio no es lo mismo que un hospital psiquiátrico. Lo malo no es que haya un hospital psiquiátrico, lo malo es que existan manicomios, que están pensados para “locos” siendo que los pacientes que pueden asistir a un hospital psiquiátrico no necesariamente tengan locura, pueden ser depresivos, autistas, ir por intento de suicidio etc. etc. Tiene que haber un espacio para consultorios, para internación, de laboratorio y estudios, como cualquier hospital. Después dice “hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos”. Acá la están pifiando a mi modo de ver las cosas, porque por más que se puedan crear dispositivos alternativos y ser favorables, no podemos sustituir al hospital. EL hospital tiene que servir no solo para internar, sino para atender consultas, hacer exámenes, etc, etc.

    ARTICULO 28. — Las internaciones de salud mental deben realizarse en hospitales generales.

    No creo que todos los hospitales tengan la capacidad para atender estas especificidades.

    • Sandra says:

      Interesantes opiniones… en lo personal me esta tocando vivir una contradiccion! Mi madre fue paciente del Moyano por mucho tiempo (Un Borda para las mujeres) y como las condiciones en las que debia vivir allí asustaban me pidieron y decidi por su propio bien llevarla a una clinica privada donde iba a estar y de hecho lo está, mejor atendida dado que es una paciente cronica con muchas necesidades y peligrosa. El dia de hoy, el juzgado de la localidad en la cual está internada me pide que la vuelva a llevar al Moyano por las intenciones de cerrar las clinicas psiquiatricas. No se pueden crear nuevas instituciones, las existentes las quieren cerrar o estan en condiciones lamentables sin vistas a mejorar. Aquellos pacientes que no poseen familia, o aquellos cuyas familias les tienen miedo aun estando medicados, donde irán a parar? La ley propone transformar los manicomios pero no dice como, y lo mas lindo es que amenazan a sus familiares con iniciar acciones legales contra ellos por no resolver esa situación. Olvidando que hay casos en los que no se defendieron los derechos de los menores y por exponerlos a un paciente psiquiatrico peligroso vivieron toda serie de abuso que siendo mayores los obliga a necesitar de amplio apoyo psicologico. (Los familiares debemos tener la formula secreta para curarlos y somos tan egoistas que no la compartimos).

    • Juan says:

      Justamente, la ley no dice que hay que cerrar o destruir los hospitales psiquiátricos, si no los MANICOMIOS. No hay que comprar el cuento de los que estan boicoteando la ley, que dicen que con este instrumento jurídico se quiere «cerrar los hospitales públicos y dejar a los pacientes en la calle, como la ley kennedy, Río Negro, San Luis o Triestre».
      Sugiere que existen otros dispositivos (la ley los menciona claramente), que funcionan mejor en la mayoría de los casos, además de que hay que seguir construyendo nuevos y mejores dispositivos.
      Si la ley «no dice cómo» es que ninguna ley sobre ninguna temática tan compleja dice cómo. Justamente por lo complejo de la problemática. Imagínense si tuviera que poner en cada artículo tooodo lo que debería hacerse. Como toda ley, es una regulación MARCO, que hay que REGLAMENTAR, como se está haciendo ahora mismo, en estos meses. Pídanle al COFESAMA (consejo federal de salud mental y adcciones) que es el órgano propuesto para reglamentar cada artículo de la ley. También podría hacerse (que hoy por hoy no se hace) que las facultades con carreras sobre la temática, opinen y propongan posibles formas de reglamentar esta nueva ley. Ahi se ven los pingos.

  7. @gitargirl says:

    «Escuché la letra de la canción que cantaste», le dice un trabajador del hospital a uno de los internos que, acompañado de un perro, camina cerca de un busto de Eva Perón.

  8. Juan says:

    Increible desconocimiento del autor de esta nota. En una parte dice «Bajo el espíritu teóricamente positivo de “desinstitucionalizar” y “desestigmatizar” a los pacientes». ¿El autor de esta nota esta en contra de desinstitucionalizar y desestigmatizar a los pacientes? ¿o a favor? ¿Cómo puede ignorar que lo que hay que hacer es justamente eso, rechazar los estigmas y la manicomialización institucional, política, social, etc.
    Ah no confundir desmanicomializacion con macricomialización, que es el gran negociado con los predios del Borda, Moyano, Tobar, para negocios inmobiliarios, amparados desde el estado de Buenos Aires.

    Otra estupidez grande como una casa, es desacreditar la ley 26.657 diciendo que facilita y fomenta «nuevos negocios privados con la salud.» La ley nacional no hace eso, eso está presente con o sin ella, y es una de las cosas que hay que impedir. Pero la ley lo que busca es evitar justamente eso, y es muy clara en sus artículos.
    Otra estúpida discusión, que hace cuerpo en muchos «revolucionarios de la salud mental» como Scorofitz del PO, es creer que la ley quiere cerra los Manicomios (calificativo que Scorofitz y otros minúsculos amigos-cómplices con su ignorancia de la reacción psiquiátrica evitan, porque creen que no existen los manicomios en la argentina) tal como lo quiere hacer Macri. Nada de eso. La Ley propone transformar los manicomios, no dejar los pacientes en la calle. Eso no es desmanicomialización, es perversión política.
    Les recomiendo estudiar a fondo todos, y repito, TODOS los intentos de desmanicomialización en el mundo (sugiero lo mejorcito, que es Brasil) y vean que lo que fracasa no es el cierre de los manicomios (que es absolutamente necesario), si no que lo peor que se puede hacer es no pensar en alternativas a la institución y lógica manicomial, en pos de una transformación paulatina pero segura de esos centros de sufrimiento de locos pobres.

    • Mavrakis says:

      Creo que la nota es bastante taxativa respecto a cuáles son las causas del estado del Borda, quiénes son sus responsables y cuál es el conflicto entre «desmanicomialización» y «perversión política». Por otro lado, todos esos detalles sobre el proceso en que esos procesos se llevan adelante ahora están mencionados en la nota desde varias perspectivas de los distintos partidos.

      • juan says:

        Lamentablemente, el artúculo no es «taxativo». Cae peligrosamente en la posición de decir que la desmanicomialización es una estupidez utópica, irrealizable, y se confunde con la tercerización, la inacción,
        y el cierre de hospitales.
        Tenemos que reafirmar que lo único que se puede hacer para destruir los manicoios de este y cualquier país, es la desmanicomialización. No hay que tenerle miedo a esta palabra, si no reafirmarla. ¡cómo se hace? No hay recetas ni fórmulas. Hay que construir las herramientas, aggiornar las que efectivamente funcionaron en otros lugares y épocas, y marcar a quienes son los enemigos de los pacientes y la salud mental.

    • Mavrakis says:

      Y me olvidava: el autor de esta nota está en contra de abandonar en el frío y la desidia a personas sin capacidad de respuesta. Hay una frase que no llegué a escribir pero que ahora parece atinada: «Se puede leer a Foucault, pero a la hora de tratar con la realidad, a veces los papeles se queman».

      • Juan says:

        Justamente, hay otra buena frase de otro buen autor, que no recuerdo textualmente, que se llamó Marín Baró y decía que a los psicólogos (y hago extensivo a todos los trabajadores de la salud) nos hace falta un buen baño de realidad.

  9. Julia says:

    Claramenta la intención es cerrar los hospitales públicos, para favorecer el negocio privado de la salud y la especulación inmobiliaria. Lo que también debemos marcar es esta estrategia en detrimento de la salud pública también es del gobierno nacional, que actuan de socios de macri y también la participación de Pino Solanas . Porque la ley de salud mental votada por varios sectores, no soluciona el problema, lo incrementa y se lo pasa a las familias. Algunos dicen, tenemos que evitar el hospitalismo (problema que tienen los internos en quedarse mucho tiempo en una institución). Pero no por eso, vamos a cerrar las puertas de los hospitales, necesitamos de ellos para que el paciente, por un tiempo pueda recibir la atención necesaria. Y los dispositivos alternativos tampoco se han creado y los demás hospitales tampoco tienen la capacidad para atender estas demandas. Una cosa es un manicomio del medioevo y otra cosa es un hospital neuropisquiatrico que sirve para diversas patologias, que debería tener una guardia y lugar de internación para que el paciente pueda empezar el tratamiento o en momentos de recaidas acudir. Sí, lo ideal es que alguien que haya sufrido un infarto, vuelva a su casa y no se quede a vivir en el hospital, pero no por eso, vamos a cerrar el hospital.