Buenos Aires tiene una superficie de 307.571 km2, cuenta con 15.594.428 habitantes y su presupuesto para 2010 fue de $65.860 millones.
La historia púbica del Gobernador comienza antes de la política. Ya terminada su carrera como deportista, incursionó como empresario en el negocio familiar de electrodomésticos con planes de renovación que culminaron en la quiebra y en dos procesos por contrabando, que Daniel decidió atribuir a su padre.
La carrera política de Scioli es variopinta, e incluye alianzas con el menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo. Lo curioso: en la página personal de Scioli, como parte de su carrera en política, solo aparece como aliado Néstor Kirchner; como si el gobernador tuviera la marcada vocación de olvidar a sus padrinos políticos. Scioli comenzó en política como diputado porteño, en 1997 cuando fue convocado por su amigo Carlos Menem, luego de que el gobernador hiciera campaña para la reelección presidencial del puntano en 1995. Ese mismo año asumió como diputado nacional y continuó ocupando la banca hasta 2001, cuando es nombrado como Secretario de Turismo y Deporte, cargo ejercido durante la presidencia de Rodriguez Saá y Eduardo Duhalde.
Sus vínculos con el menemismo no solo lo introdujeron en la polìtica sino que también favorecieron a la economía familiar, como durante 1999, cuando el Estado desvió fondos de los Aportes del Tesoro Nacional para financiar las carreras de lanchas en las que competía su hermano, Nicolás.
Vicepresidente del primer mandato kirchnerista, asumió como gobernador de la provincia de Buenos Aires, a pesar de no cumplir con los requisitos de residencia estipulados en la Ley Electoral. La fórmula la completaba Alberto Balestrini, hombre fuerte en La Matanza y de quien se decía que manejaba las riendas en la provincia.
Aunque siempre se mostró como un fiel compañero del proyecto, hasta cuando acompañó la lista de candidaturas testimoniales durante las elecciones legisltativas de 2009; algunos rumores coincidían en que Néstor Kirchner nunca lo había aceptado como su segundo. Además, Scioli fue duramente criticado por el arco progresista K por sus políticas de seguridad. La polémica por la presentación del Código Contravencional de la Provincia, por el cual se penalizaban las protestas y se prohibían las caras tapadas, se sumó a los reparos sobre los pedidos para bajar la edad de imputabilidad y un plan de seguridad centrado en la multiplicación de cámaras en los municipios para prevención delictiva y reforzar el control policial. Scioli apuesta a darle más poder a una policía que está vinculada al narcotráfico, la prostitución y la tortura y desaparición de chicos como Luciano Arruga.
El juego es una de las principales cajas de recaudación de la provincia y el gobernador decidió en 2009 entregarle la conducción del Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la Provincia a Luis Alberto Pelusso hombre de extrema confianza que estaría relacionado la empresa Casino Club, propiedad de Cristóbal López (empresario aliado del kirchnerismo). Scioli tuvo que despedirlo de su cargo tras varias investigaciones judiciales en su contra por evasión de impuestos y por operar una mesa de dinero ilegal en el Casino flotante de Puerto Madero, sin embargo, la familia Peluso sigue teninedo un peso decisivo en el negocio del juego provincial.
Las escandalosas sumas de dinero que Scioli destina en publicidad son también objeto de controversia: durante 2008 la partida de publicidad -que sumaba $61,5 millones- era superior a todo el presupuesto de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones (SADA), o al destinado a prevenir enfermedades como el dengue. Actualmente, destina diariamente un millón de pesos en publicidad.