Prólogo de «La ley bajo los escombros» en su reedición ampliada a 20 años del atentado, julio de 2014.
Pasaron 20 años desde que se cometió el ataque terrorista más grande de nuestro país en el edificio de la comunidad judía de la Argentina AMIA y 16 años desde la publicación de mi libro“La ley bajo los escombros”.
Ese texto no ha perdido vigencia y la mayoría de su contenido se demostró a lo largo del tiempo como cierto.
Los caminos que siguieron los investigadores del Estado argentino y de la justicia nos llevaron a un callejón sin salida.
Algunos pueden creer que esto fue ineficacia, pero la realidad es que el desvío fue intencional y nunca existió, en estos 20 años, la voluntad política de ir a fondo en la investigación por parte de ningún gobierno.
Los familiares de las víctimas compraron a lo largo de estos años, en mayor o menor medida, parte o toda la teoría oficial que sigue poniendo el eje en la República de Irán como autora del atentado sin que aún esté ni siquiera resuelta de manera cabal la materialidad del hecho. Mucho menos se va a poder llegar a establecer la responsabilidad. Con esto la conexión local, de indudable participación en el atentado y el encubrimiento sigue paseando por nuestra ciudad.
Si bien es cierto que el tribunal oral que juzgó a parte de la falsa “conexión local” absolvió a los acusados por muchas de las razones que habíamos adelantado en el libro en 1998, los jueces no se animaron a echar por tierra la teoría de la Trafic, no hubiesen podido resistir la presión de familiares e instituciones comunitarias que siguen obsesionadas con la culpabilidad de Telleldín, Irán y la teoría del coche bomba.
Las presiones políticas internacionles también hicieron lo suyo para distorsionar aún más las causas y llevar la investigación al estado en que se encuentra hoy.
La construcción de un relato contradictorio e incoherente ha tenido una asombrosa eficacia, tal vez lo extenso del expediente y la poca vocación de investigar a fondo de la mayoría de los periodistas que hablan de la causa sin conocerla ayudó a instalar este mamarracho jurídico llenos de contradicciones, faltantes y mentiras.
En la reedición agregamos una cronología para ayudar al lector a ponerse en tema, el libro sin una sola modifcación y el agregado de cinco capítulos de distinta índole que servirán para comprender un poco más este entuerto.
Primero va una nota muy documentada e investigada durante mucho tiempo por el veterano periodista estadounidense Gareth Porter.
En ella veremos las enormes dudas que ofrece la teoría oficial avalada por los servicios de Estados Unidos e Israel.
En segundo término, tenemos una selección de los dichos de un agente de inteligencia que fue plantado en la comunidad años antes del atentado que se acercó a mí con la presunción de que parte de la información que él entregaba a sus jefes pudo haber sido utilizada para cometer el atentado. Por otra parte, el solo hecho de su infiltración en la comunidad es la prueba palmaria de que la Federal y el Estado argentino no son investigadores confiables ni imparciales en este caso.
En tercer término, una entrevista a Carlos Alberto Telleldín, el principal imputado en la causa, quien hoy es un abogado exitoso a pesar de que aún de manera obscecada se insiste en ponerlo en el banquillo de los acusados.
El cuarto, es un reportaje a Pablo Jacoby el abogado de Memoria Activa, conformada por algunos de los familiares de las víctimas.
Y por último, los pormenores de la preparación del fallido memorandum firmado con la República de Irán pergeñado por Héctor Timerman y el gobierno presidido por Cristina Fernández de Kirchner para usar nuevamente la causa Amia con finalidades políticas y no para su esclarecimiento.
Agradezco a Diego Rojas, Gareth Porter y Marina Dragonetti por su invaluable ayuda para la reedicion de este libro.
Gabriel Levinas
If it is not Iran, who is behind the AMIA bombing then ?
Syria ?
Ya era hora de reeditarlo!! Enhorabuena.