ArteBA: Polémica atribución a obra de Victor Grippo.
Mientras dirigí la galería Artemúltiple y luego, cuando pasé a dirigir la revista El Porteño, me unió a Victor Grippo una profunda amistad. Grippo ya había hecho una muestra histórica en mi sala llamada “algunos oficios”. La mesa “en esta mesa” Propiedad hoy de George Helft y un múltiple del que solo terminamos treinta de una edición de cien. También fueron hechas en Artemúltiple. La primera obra que vendimos fue una pan quemado dentro de una valija transparente de acrílico y madera, su primer caja que también la compró Helft (buen ojo) .
En el año 1980 apareció en el diario una foto que me voló la cabeza. Era la imagen de unas ballenas piloto sobre la playa de Australia que se estaban suicidando y un hombre rematándolas de un tiro en la cabeza para evitar su sufrimiento después de vanos intentos de devolverlas al mar. Llamé inmediatamente a Victor y una vez en mi oficina , después de ver la foto de La Nación convenimos en llamar a Ricardo Martín Crosa, un gran crítico de la época y armar juntos una muestra para hacer algo respecto de esa espantosa señal. Los tres pensamos que la imagen, mas allá de las interpretaciones, eran un símbolo elocuente: Las ballenas estaban haciendo que el hombre asuma su responsabilidad, las estábamos matando.
La idea de que tres amigos , cada uno de los cuales era parte del triángulo del arte, (artista, marchand y crítico) nos uniríamos para gritar juntos. La obra termino siendo una ambientación donde cada cosa que estaba en la sala formaba parte indivisible de ella: una lámpara iluminada por luz solar, música del Kol Nidrei y el Carmina Burana, un texto de Crosa, otro mío, la foto ampliada del diario, y unas figuras geométricas de plomo (ocho) divididas en dos cubos, dos conos, dos cilindros y dos pirámides. Cuatro de ellas llenas de porotos húmedos que explotarían exactamente en el vernisage. Además, mas adelante a la izquierda había un pedazo de viga comida por las polillas de la casa de Xul Solar y del otro lado un violín lleno de maíz para que la humedad haga que el maíz separe la tapa , a la usanza de los viejos Lutiers. La muestra fue muy fuerte y recuerdo numerosos visitantes llorando en el único banco alargado de la sala que aún conservo.
Durante un tiempo guardé los textos y las piezas de plomo se fueron destruyendo ya que ni Grippo ni yo pensamos que esa ambientación era factible de ser vendida. Todo se fue perdiendo y desapareciendo para siempre salvo algunas fotos. Algunas de esas fotos las tomó el crítico Guy Brett quién incluyo esta obra en su libro Victor Grippo (Ikon Gallery, Birmingham, 19950 junto con los textos de Crosa , mío mas otro de Mercedes Cassanegra. Durante todo el resto de la década, Victor jamás volvió a hacer esta obra. Vida muerte y resurrección es una obra conjunta donde claramente Grippo era el artista pero la obra era una ambientación completa. Cuentan que una vez un tipo fue a ver a Picasso para que le haga el certificado de tres obras que le había comprado años atrás. Picasso las puso contra la pared y dijo, esa es autentica y las otras dos son falsas. ¿Cómo? le preguntó el tipo sorprendido -si se las compré a usted-. Si -le dijo Picasso- pero yo también falsifico a Picasso.
Con al obra expuesta en este momento en ARTEBA, en el espacio Petrobrás curado por Andrea Giunta, pasa algo parecido, primero esta obra puede llamarse como quiera su dueño, o el mismo Grippo , pero “Vida muerte y resurrección” es una obra de 1980 que ya no existe mas y que ni el propio artista tuvo los elementos originales para reconstruir. Segundo esa obra por mas que la haya hecho Grippo no es en absoluto de 1980 aunque el mismo Grippo lo pueda haber afirmado. Todos conocemos esa jugarreta en donde pintores, como el mismo De Chirico hizo, pintaban 30 años después obras y le ponían la fecha de las obras mas viejas y valiosas, este , en el mejor de los casos es el asunto.
Si observan las obras originales de 1980, se puede ver como la presión y la energía de los porotos encerrados en el plomo fue tal que rompieron el envase desde adentro hacia afuera. No hay duda del origen y la potencia de la fuerza, En cambio en la expuesta en ARTEBA parece que tuvieron que socorrer a los porotos desde afuera. Y esto que puede parecer un detalle menor, no deja de ser una metáfora de lo que es la energía creadora de un artista en su lucha por conseguir lo imposible y la debilidad de la repetición del camino seguro que te aconseja el mercado.
Y la obra deberá llamarse Resurrección , resurrección, resurrección. Como diría Cañete, Just a thought.
Además, me permito hacer una observación que es que la vitrina de ARTEBA tiene diez piezas, no ocho. Cabe agregar que hoy existen (por eso lo de la resurrección) tres nuevas «versiones» una en el MALBA, otra en manos de un coleccionista privado y otra en el Museo de aArte Moderno de NY. Todas ellas incompletas y mal fechadas.
PD: Página 232 del catálogo Victor Grippo, Malba 2004
Dice Ricardo Martín Crosa : Ballenas muertas. El otro día un diario publicó la noticia (un caso de curiosidad riplesca, mas que un cable en serio) Cincuenta ballenas se habían suicidado en las costas de Australia. Estábamos juntos Gabriel Levinas, Victor Grippo y yo, y convinimos que el acontecimiento nos perturbaba.Lo sentíamos ocultar-y hacer visible al mismo tiempo- una verdad escalofriante (…) Sentimos que alguien gritaba algo tan importante que casi ya no había tiempo. Entonces Gabriel Levinas nos propuso , a Grippo y a mi, usar el espacio de la galería para decir de nuestra conmoción, para participarla.
Nota publicada en loveartnotpeople.org
Creo ademas que las obras de arte son irrepetibles ya que casi siempre plasman un sentimiento y una idea unica…
Me ha pasado como inventor de objetos personales (ilustre desconocido) que cuando quiero replicar la misma idea y llevarla a cabo luego de unos años no logro realizar la genialidad de años anteriores, dado que la época y las circunstancias me hicieron esa idea principal única. Teniendo que ver y pensar el objeto antiguo creado para poder replicarlo. asi que entiendo la «falsa» atribución a Victor Gripo