A pesar de integrar los pocos gremios aeronáuticos que no pararon, les descontaron el día. La dura queja de los sindicalistas.

El funcionario de La Cámpora penó hasta a los carneros.
En Formosa, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas no podían creer lo que descubrieron al retirar sus recibos de haberes de la oficina de Personal. Durante el mes pasado, los vuelos hacia el interior del país, no salieron, en una jornada, por el paro de los trabajadores de Aeroparque de Buenos Aires que no pudieron concurrir a trabajar por la falta de transporte público –colectivos, taxis, trenes- por la huelga de Hugo Moyano y demás gremios críticos del gobierno nacional. Pero Mariano Recalde decidió echarles la culpa a todos los trabajadores, incluso a los del interior del país.
El martes 20 de mayo del presente, APA –Asociación del Personal Aeronáutico- difundió un comunicado, internamente, con el sugestivo título: “El grupo Aerolíneas Argentinas castiga a los trabajadores que bancan a Aerolíneas”. Firmado por el secretario gremial, Pablo Dolagaratz, y Sergio Mercau, secretario de Prensa, aseguran que la medida es “insólita, torpe y contra los trabajadores”. En medio de una inflación galopante, perder un día de sueldo bien ganado, resultó un chiste de mal gusto para los trabajadores de la compañía estatal. APA, por si fuera poco, aclara que sus representados “no adhirieron al PARO” realizado el 10 de abril del 2014. Pero a Mariano Recalde no le pareció importante.

La queja de los aeronáuticos.
“El paro en el área del transporte terrestre fue total y afectó a centenares de miles de trabajadores que no adherían a la citada huelga” continúa el comunicado. No fueron ellos quienes decidieron suspender los vuelos de cabotaje sino “la dirección de Aerolíneas Argentinas”. Por todo ello, APA consideró la medida como “una provocación”. El descuento del salario fue a la marchanta, a tal punto, que los que estaban de franco o de vacaciones, también sufrieron el recorte en sus haberes.
APA advirtió que no permitirá que la “empresa” continúe con políticas antisindicales “que recuerdan las peores épocas del neoliberalismo” y exigió el reintegro del dinero descontado.
En el interior del país, La Cámpora también pisa fuerte en las direcciones locales de la empresa estatal. Tal vez para la Presidenta, que no viaja en tren como el pueblo –como admitió en el día de ayer- el tema le preocupe. Ella sí se traslada en avión.