Mariano Ferreyra. Tres años. - plazademayo.com Mariano Ferreyra. Tres años. - plazademayo.com

Mariano Ferreyra. Tres años.

Un texto de homenaje y de denuncia a tres años del asesinato de Ferreyra.

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Tres años. Y acá estamos. Presentes. Como vos, que siempre estás. Presente. En cada paso que damos en la lucha contra la explotación laboral y la violencia institucional de los últimos diez años. De siempre. Presente. Por tu vocación. Por tu ideología a flor de piel. Y por tu militancia inclaudicable. Presente. Como Maxi Kosteki y Darío Santillán. Como millones.

Aquí estamos. Con tu asesinos en prisión: Cristián Favale y Gabriel Sánchez, por los próximos 18 años; los líderes de la mafia ferroviaria, José Pedraza y Juan Carlos Fernández, por 15 años; los ex comisarios que liberaron la zona, Luis Mansilla y Jorge Ferreyra, por 10 años; el organizador de la patota, Pablo Díaz, por 18 años; el delegado Jorge González, y el guardabarrera Francisco Pipito, por 11 años por amenazar a periodistas para que no filmaran; el ex comisario Hugo Lompizano, por dos años por no evitar la represión; el delegado sindical Claudio Alcorcel, por 8 años; el ex comisario Gastón Conti, por dos años; el ex policía Luis Echevarría, por dos años; el perito mediático Roberto Locles, por un año en suspenso por alterar la bala que te mató.

Aquí estamos. Con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en su cargo, habiéndole explicado al propio José Pedraza -luego de tu asesinato-, cómo “hacerles la cabeza” a los tercerizados para “ganarlos” cuando lograran su pase a planta permanente. Con la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, en su cargo, habiéndose puesta a disposición del líder de la Unión Ferroviaria “para lo que necesitara” cuando la Policía le allanó su piso de Puerto Madero. Con el ex jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, sin imputación alguna luego de que quedara demostrado que la Policía -en ese entonces a su cargo- liberó la zona y, encima, ocupando una banca en el Congreso.

Aquí estamos. Con Elsa Rodríguez luchando contra la hemiplejia que le produjo el ataque de la patota sindical. Con la lucha permanente contra la explotación laboral y contra la precarización del servicio. Con los 11 muertos y 228 heridos por el accidente de Flores. Con los 51 muertos y 702 heridos por el desastre de Once. Con los 3 muertos y 315 heridos por el choque de trenes en Castelar. Con los 99 heridos por el desenfreno en Once II. Con todos los trabajadores que diariamente viajan como si fueran ganados al matadero. Con los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, el ex subsecretario de Transporte Ferroviario, y el dueño del Grupo Plaza, Claudio Cirigliano, acusados milagrosamente, junto a 25 personas más, entre funcionarios y empresarios, por sus responsabilidades en el desastre de Once y fraude a la administración pública. Pero también con la imputación criminal del motorman Marcos Córdoba. Y con el maquinista Leonardo Andrada -quien, según su declaración en el juicio, le entregó la formación “sobrecargada y lenta de frenos” a su compañero-, asesinado de cuatro balazos.

Aquí estamos. Con tu hermano Pablo militando en la vereda de enfrente. “Kirchnerismo de izquierda” que le dice. Y próximamente en la Legislatura porteña. Pero en el Congreso de la Nación, nosotros, la izquierda. Porque tu asesinato despertó la conciencia de clase de más de un millón de trabajadores en todo el país. Y con Néstor Pitrola, Nicolás del Caño y Pablo López elegidos en una histórica elección para encabezar la resistencia, desde dentro de las propias instituciones de este estado, a la derechización del Gobierno nacional.