Los vertidos de basura y la carencia de infraestructura son las principales causas de la contaminación. Los resultados del informe de ISEPCI y la Cooperativa de Limpieza 8 de Octubre.
Rara vez es noticia, pero la situación ambiental de muchos de los arroyos del conurbano es crítica. Quienes recorren sus márgenes a diario conviven con la contaminación, el olor y las enfermedades provocadas por la alta vulnerabilidad que la carencia de infraestructura genera. Los más de sesenta integrantes de la Cooperativa de Limpieza 8 de Octubre del Movimiento Barrios de Pie, son fieles testigos de los vuelcos de basura y efluentes industriales y cloacales en arroyos de La Matanza, Lomas de Zamora, San Martín y Escobar. Fue a partir de ese trabajo y de la carencia de datos oficiales sobre el tema, que surgió la idea de realizar un relevamiento Ambiental y Sanitario junto con el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), para contar con una herramienta que permita denunciar ante las autoridades lo que allí sucede y para alertar a los vecinos sobre esta situación y la necesidad de cuidar su salud.
El relevamiento se realizó durante el primer semestre del 2013 en más de 630 hogares de los distritos mencionados y consistió en un registro fotográfico de los vertidos de basura y efluentes a los arroyos, señalado luego en mapas satelitales, y una encuesta domiciliaria a las viviendas contiguas que indagaba sobre infraestructura y servicios, situación sanitaria y su percepción de la contaminación. Si bien hay matices por lugar, los resultados generales son elocuentes:
De cada diez hogares relevados, sólo dos se encuentran en calles asfaltadas. La mitad de los hogares reconoce como origen de la contaminación a las lluvias e inundaciones. De cada diez viviendas cuatro no cuentan con la instalación de la red de agua dentro de la casa y sólo una está conectada a la red de cloacas. Quizás figuren en las estadísticas de cobertura de los servicios ya que, por ejemplo, la red de agua llega hasta la calle, pero su nivel de ingresos les impide completar la instalación dentro de la vivienda. En prácticamente todas las cuadras relevadas se encontraron descargas de efluentes domiciliarios al arroyo. En La Matanza prácticamente no se encontraron viviendas conectadas a la red cloacal.
Seis de cada diez hogares manifiestan que el basurero pasa por su cuadra, pero sólo tres aseguran que lo hacen con frecuencia. En Escobar siete de cada diez hogares queman la basura domiciliaria; en el arroyo Las Víboras en La Matanza la recolección de basura la hace un carro a caballo pagado por los vecinos. La cooperativa ha tenido que reclamar a los municipios de Almirante Brown y Escobar para que les recojan la basura de lo que limpian en su jornada de trabajo.
En el Parque Industrial de Almirante Brown hay vuelcos industriales a metros de una escuela primaria. En Lomas de Zamora integrantes de la cooperativa debieron dejar de trabajar en varias oportunidades por el fuerte olor de efluentes color rosado sobre el Arroyo del Rey. En San Martín, cerca del canal José León Suarez Norte, al lado de la autopista del Buen Aire a la altura del CEAMSE, se ha formado una especie de laguna por vertidos químicos arrojados por camiones en horas de la noche.
El principal problema de contaminación reconocido por los encuestados son los malos olores, el humo y el color o sabor del agua para beber. En cuanto al origen de la contaminación en primer lugar se encuentra la basura, luego las inundaciones, los arroyos, los vecinos y en menor medida las industrias. En Almirante Brown se encuentra un cementerio de chatarra con más de cincuenta autos al borde del arroyo, casi ningún vecino lo reconoció como un problema.
Es posible que muchas de las enfermedades que padecen los vecinos del lugar, estén relacionadas a las contaminación que los rodea. Las principales patologías relevadas son las respiratorias: cerca de 160 casos de asma y bronquitis y 50 de obstructiva pulmonar crónica (EPOC); también las de la piel con casi 110 casos. Cerca de 40 casos de niños nacidos con menos de 2,5 kg o baja talla y peso para su edad u otros retrasos de crecimiento. También abortos espontáneos, hepatitis A y B, enfermedades renales, anemia, diarrea y cáncer. Pudimos detectar 524 casos en total.
Si bien la carencia de información oficial hace imposible establecer una causalidad entre las enfermedades y la situación ambiental, lo cierto es que los casos antes mencionados, se repiten en todos los lugares estudiados. Estos datos dan cuenta, como mínimo, de la vulnerabilidad en la que se encuentra la población expuesta a esta situación.
Son muchísimas las lecturas que se pueden hacer de esta radiografía. Cuando el gobierno habla del Riachuelo, por ejemplo, menciona una catarata de cifras con obras realizadas pero no hay indicadores locales que midan si mejora o no la calidad de vida y la salud de la gente que allí vive; en ese sentido el informe muestra una situación bien crítica. Y eso que es la cuenca “privilegiada” del conurbano: allí está la Corte Suprema de Justicia pidiendo informes cada seis meses, hay un préstamo del Banco Mundial para el saneamiento y, cada tanto, es noticia en los medios de comunicación. En el resto de los arroyos eso no sucede. Si se observan las estadísticas del conurbano que hacen referencia al agua o las cloacas, no se encuentran grandes diferencias entre los datos del censo del 2001 y los del 2010, en esta “década ganada” del kirchnerismo.
La solución no pasa sólo por una mayor presencia del Estado en el control de industrias, atención de la salud, servicios públicos y obras de infraestructura, bastante lejos está este gobierno de cumplir con sus deberes. Sino también por encarar nuevas prácticas políticas que apuesten a la participación activa de la población en la solución de sus problemas, identificando prioridades, responsabilidades y posibles acciones. En la mayoría de los casos los municipios ni siquiera toman en cuenta las denuncias que se hacen sobre estos problemas: en la práctica cotidiana optan por el clientelismo y la corrupción, sin dudas la peor contaminación. Poco y nada se ha avanzado en experiencias de participación directa de la población a nivel gubernamental, algo que debería ser considerado principal sostén de cualquier gobierno catalogado como “progresista”.
El “Relevamiento Ambiental y Sanitario de Arroyos del Conurbano Bonaerense” realizado por el ISEPCI y la Cooperativa de Limpieza de Arroyos 8 de Octubre del Movimiento Barrios de Pie, forma parte de un conjunto de iniciativas encaradas por ese instituto de investigación con el objetivo común de construir herramientas creíbles que permitan analizar la realidad –y las causas que la condicionan- desde la propia mirada de sus protagonistas. Surgen como respuesta a la falsificación o ausencia de estadísticas o indicadores oficiales, indispensables al momento de evaluar la implementación o no de políticas públicas.
Experiencias como el Indice Barrial de Precios, el Indicador Barrial de Salud Nutricional, Vías Sarmiento o el Indicador Participativo sobre Urbanización de Villas de la Ciudad de Buenos Aires, han sido construidas a partir de una metodología de investigación-acción participativa. Cuentan con la intervención protagónica de vecinos y vecinas que viven allí donde Barrios de Pie sostiene su trabajo territorial y representan aportes concretos para la construcción de ciudadanía.
Para ver los resultados del informe completo por distritos, hacer click AQUI
* La autora es Coordinadora del Área Ambiente del ISEPCI.