A través de los años la Universidad Nacional de Formosa se ha convertido en una unidad básica del justicialismo gildista. No bastó con el juicio académico por títulos fraguados, ahora la entidad académica padece un defalco de 14 millones de pesos con graves denuncias por malversación de caudales públicos. Por si fuera poco, el dedo político designó cargos y autoridades poco más que polémicas.
Esta Casa de Altos Estudios fue testigo de trampas en distintos comicios electorales, como el caso de lista única en la Facultad de Recursos Naturales o la elección de consejeros que rinde cuenta al quinto piso de Casa de Gobierno.
Asimismo salieron a la luz denuncias sobre concursos docentes. Por lo general, los tribunales de la UNaF priorizan la antigüedad antes que el perfil profesional. De esta manera, dicha metodología conservadora restringe la posibilidad a los jóvenes profesionales en acceder a una cátedra, tanto para profesores como auxiliares.
Precarización al mango
Al asumir el rectorado, el ingeniero forestal Martín Romano sacó provecho del rédito político e incorporó a mucha gente en planta permanente, transitoria y contrató a un centenar de monotributistas.
En el caso de los empleados de planta transitoria, estos no perciben beneficios por aumentos de paritaria, aguinaldos o títulos obtenidos.
Incluso, no todos son empleados nacionales. En 2009 se presentó una situación irregular donde fueron transferidos a planta permanente alrededor de 50 empleados no docentes, pero con sueldo pagado por la Provincia.
Respecto a los monotributistas, estos perciben un salario menor a 2000 pesos, con descuento de renta provincial. Este grupo que cumple con las mismas actividades que un no docente, actualmente se encuentra en una situación de penuria ya que hace dos meses no perciben salario alguno. Según palabras de Milciades Olmedo, secretario general del gremio FATUN, el pasado mes de Abril se logró pagarles el salario de Marzo gracias a un excedente correspondiente a regalías petroleras.
El «coyato»-tal como lo conocen sus amigos- anunció a principio de año que no iba a echar a nadie por más compleja que se presente la situación, sin embargo varios estudiantes perdieron sus becas una vez blanqueada la espectacular deuda financiera.
Por si fuera poco el ingeniero Martín tiene quien lo defienda, una caterva de alcahuetes que viven comparando su gestión con la de su antecesor Carlos Dalfaro. Sin embargo, estos desmemoriados no quieren recordar que Romano fue vice rector de aquella gestión.
Injerencia provincial
¿Por qué Gildo Insfrán está tan obstinado en adueñarse de la UNaF? La Facultad de Humanidades es un bastión rebelde para el gobernador feudalista. Tal es así que mandó a crear un instituto universitario en Laguna Blanca, el IUF. Allí se dictan las carreras de Tecnicatura en Producción Agropecuaria, Licenciatura en Turismo y Licenciatura en Ciencias Ambientales. Esta suerte de polo educativo tiene varias irregularides: 1) Se desconoce la validez y el alcance de sus títulos; 2) No hay un seguimiento operativo de sus docentes y menos aún de las actividades que se llevan a cabo; 3) El organismo fue hecho a las apuradas y casi sin recursos. Por ejemplo, una biblioteca sin libros. En rigor de verdad, lo único que se conoce son las quejas de su decano, el ingeniero Miguel Alonso Torres, por la falta de cooperación del rector Romano.
Otro convenio aún más extraño es con la Universidad del Chaco Austral (UNCAus), que radica en Presidente Roque Sáenz Peña, Chaco. Se especula que los funcionarios de la UNaF armaron una treta a escondidas de la CONEAU, para incluir más estudiantes matriculados. Por otra parte no se sabe a ciencia cierta de donde sale la financiación para los viáticos y las horas cátedras.
La UNaF convive con funcionarios corruptos, autoridades ausentes, empleados ñoquis, ahijados políticos y evasión impositiva. Y por si fuera poco, gente que persiste por un posicionamiento político, pese a quien le pese.