Los conocimientos científicos y filosóficos en el renacimiento dieron lugar a una nueva forma de representación.
El arte y la ciencia tienen un entramado a veces imperceptible, otras evidente, pero siempre presente.
El desconcierto que crearon los artistas, sobre todo en la iglesia, que era por ese entonces, el principal consumidor de las obras de los grandes maestros fue enorme, por eso mismo se inició un combate por los contenidos como nunca antes existió.
Grandes discusiones y negociaciones tuvo Miguel Ángel con el mismísimo Papa Julio II sobre la forma de representar a dios y a los ángeles. Pero al final , el autor terminaba la obra y solo él y sus discípulos eran los autores materiales.
También pasó que algún eclesiástico pidiera a otro artista que tapara las zonas del cuerpo de una mujer que consideraba impúdicas para ser exhibidas en una iglesia.
Hubo momentos en la historia en que el poder trató de frenar esos avances, y esa maldita libertad que el arte implica, incluso con castigos que podían llegar hasta la muerte del autor.
[frame align=»center»]
Pero las razones de estas conductas no solo obedecían a la moralidad pacata o a concepciones religiosas, muchos siglos después, hemos visto tanto en la Rusia soviética, en la Italia fascista, como en la Alemania nazi cómo se usó al arte como propaganda política, destruyendo u ocultando lo mejor de la producción artística , que de todos modos y por suerte, pudo sobrevivir a estos regímenes.
Tanto los suprematistas rusos como el expresionismo alemán fueron considerados arte degenerado. Los artistas fueron obligados a hacer obras políticas de muy baja calidad.
Muchos simplemente se entregaron por temor a los pedidos de los dictadores, otros emigraron a USA y fueron parte del fortalecimiento del arte americano de manera incontrastable. El pop art y el expresionismo abstracto son hijos de esos artistas exiliados.
[frame align=»center»]
Para darle al César lo que es del César, debemos destacar a artistas indiscutibles como Mario Sironi o Filippo Marinetti, que aportaron con convicción magníficas obras al régimen fascista de Mussolini.
Cabe acotar que los artistas que incluyeron de manera ostensible a la política en sus obras han sido numerosos. Basta mencionar a los muralistas mejicanos, a Georg Grosz , al propio Picasso en el Guernica. En nuestro país a Carpani, Ferrari, Dowek y tantos otros que han realizado obras de gran trascendencia y de carácter político.
[frame align=»center»]
Pero en todos los casos mencionados la política surgió por motivaciones propias del autor.
Tiempo atrás vimos a la Cámpora reeditando un viejo afiche maoísta para aggiornar la imagen de Evita capitana devenida en Cristina. También la Cámpora usa en sus manifiestos una imagen de la revolución cultural china con el solo cambio del rojo por el azul. A muchos les parecieron solo copias de alguien falto de talento creativo, inclusive un gracioso hallazgo. Para quienes conocemos algo del arte, la simbología que implica la utilización de ese afiche chino o a Cristina suplantando en el timón del barco a José Stalin no pasó inadvertida.
Esta utilización de las imágenes y las prácticas de regímenes autoritarios de manera constante y creciente pudieron ser la causa para que el editorialista de la Nación se equivocara titulando «1933» una nota que comparaba al gobierno kirchnerista con el régimen de la Alemania nazi. Un error que 8 años atrás nadie hubiese cometido. Los indicios están, pero fueron mal decodificados.
[frame align=»center»]
Es cuestión de intensidad, de número, pero es indiscutible que existe una tendencia preocupante.
El último hecho que hizo sonar una vez más la alarma fue uno que a simple vista puede parecer menor, pero considerando a los personajes que involucra merece nuestro análisis.
Pongamos en contexto este asunto. La bienal de Venecia es tal vez el más grande y sofisticado evento del arte contemporáneo. Se creó en 1895 y sufrió alguna interrupción por las guerras. Muy desde el inicio Argentina participó con Pio Collivadino. Luego y a lo largo del siglo XX mostraron allí lo mejor de sus obras artistas como Del Prete, Forner, García Uriburu, etc. Antonio Berni obtuvo el gran premio con sus majestuosos grabados gofrados con las imágenes de Juanito Laguna .
[frame align=»center»]
Philip Guston, Louise Bourgeois , Arshile Gorky, Willem de Kooning, Jackson Pollock y centenares de grandes artistas contemporáneos de todo el mundo pasaron por Venecia.
Argentina perdió su stand durante la dictadura, claro, Videla estaba ocupado en otras cosas como para destinar fondos a esos sucesos incomprensibles y seguramente paganos.
Y fue Cristina Fernández de Kirchner quien después de años consiguió devolvernos nuestro pabellón argentino en la bienal. Medida que todos quienes amamos las artes celebramos en su momento.
Con un trabajo notable se recuperó parte del viejo arsenal veneciano, un lugar verdaderamente privilegiado y ahora contamos con un enorme espacio en lo mejor del recorrido.
Pero del mismo modo que con nuestra línea de bandera, o la recuperación de las AFJP, la alegría duró poco.
Para esta última edición, se seleccionó después de muchas idas y vueltas a la artista Nicola Costantino. Supongo que, independientemente de los enormes méritos que Nicola tiene como artista, la imagen que venía trabajando, la de Eva Perón, ayudó a tomar la decisión final. Muy sobre el pucho (dos meses antes) se le confirmó su participación.
[frame align=»center»]
Una vez lanzada la artista a terminar rápidamente sus cosas, fue llamada a la casa de gobierno a conversar con Oscar Parrilli. Este le dijo que le gustaba la obra pero que había que darle otro final ya que Evita estaba viva.
No puedo imaginar el desconcierto de Nicola, solita en la Casa Rosada, sentada en el despacho de uno de los tipos más poderosos del país y escuchándolo decir que Evita aun seguía viva.
Si bien el arte está acostumbrado a lidiar con cosas extrañas, ya el surrealismo había agotado todo lo que la imaginación onírica podía dar, se ve que nadie advirtió que se habían olvidado de considerar a Parrilli. Recordemos que antes de este episodio Cristina “pidió” a la artista cambiar el título de la obra y la artista aceptó.
Tímidamente Nicola se le anima y le dice: “Mire Parrilli, yo vengo trabajando en esta obra desde hace años y no creo poder hacer lo que usted me pide en tan poco tiempo”.
“Va a tener que arreglarse y hacerlo”, le retrucó Parrilli y se terminó la conversación.
Costantino salió por la puerta y apenas llegó a su taller comenzó a producir un video intentando no arruinar su obra, que pareciera parte de ella y que conformara el pedido presidencial.
Vano esfuerzo, el resultado fue rechazado por este nuevo curador.
“Usted haga su parte nosotros nos encargamos del resto”, le avisaron.
Asunto concluido, pensó Nicola y se volvió a Venecia a terminar su obra.
Cuando faltaban pocas horas para inaugurar vió que en la misma sala separado por un durlock, como habitualmente hacen los artistas que acompañan su obra con un video, estaba la obra sin firmar de Tristán Bauer que simbolizaba la resurrección de Evita en las movilizaciones de los jóvenes de La Cámpora.
Magdalena Faillace fue la encargada de pedirlo, ponerlo y confundirlo como parte de la obra de Nicola (no olvidemos que Bauer no fue invitado por la Bienal). Faillace ya había incluido en el prólogo del catálogo un texto de Cristina. (Nunca un presidente de un país participante prologó en Venecia el catálogo de un artista)
Costantino no quería que su obra se confundiera y empezó a recibir fuertes críticas por el disparate que se había armado. Se animó, una vez terminada la inauguración, a ponerle un cartelito diciendo que el video era un trabajo institucional del gobierno argentino.
Ahí comenzó la lucha por el cartelito; Faillace lo sacaba y Costantino o Farina (el curador ) lo volvían a poner hasta que finalmente con un fibrón escribieron en la pared: “Espacio informativo institucional: El curador y la artista consideran este espacio innecesario y que puede confundir la interpretación de la obra”.
Debido a este agregado Constantino perdió su oportunidad de competir por el gran premio.
Hans Herzog –el curador de la fundación internacional Daros, le dijo: ‘Nicola, yo no te voy a mentir. Esto te ha hecho muchísimo daño. Tu obra habría podido ser candidateada para el premio pero este pabellón no se puede premiar.»
Podemos concluir: más que a 1933 esto parece un acto propio del medioevo feudal.[frame align=»center»]
[/frame]
[frame align=»center»]
[/frame]
Me parece que la verdadera pregunta acá es: ¿Por qué el arte contemporaneo es tan pero tan simplista, cómodo, abstracto y tan poco humanista? ¿Por qué ya no hay más un Rembrandt, un Goya, un Picasso, un Kirchner (¡el pintor!), un Gauguin, un Modigliani, un MATISSE?¿ Dónde está el MATISSE del siglo XXI? ¿Dónde está el Rembrandt de nuestros tiempos? ¿Por qué todo el arte de ahora es tan poco humano, tan poco cálido, tan abstracto, tan aislado del espíritu humano?
Mucho «concepto», mucha «instalación», poca vida, en mi opinión.
Coincido con Pablo . Muchos nos apresuramos a denunciar , que no hay espacio que no estè infestado por las deposiciones que conforman este sistema . Pero a veces nos olvidamos , con facilidad , del sustento que proviene de distintas capas favorecidas por esos pagos descomunales que exigen servidumbres abyectas . Fijarse por ej. en los reiterados papelones que obligatoriamente han tenido que protagonizar los «intelectuales» de Carta Abierta…..entre otros .
de la obra de menem quise decir no de Klein
creo q la imagen del cartel escrito en fibra q espero la habrán hecho, es la gran obra y quedará p la historia,donde se puede ver? supongo q le habrán sacado una fotos o filmado a eso como testimonio de tal performance pegando,sacando,escribiendo,genial! es de la única forma que puede justificarse, si lo analizaras con la base teórica crítica de la estetización de la política, da para mucho mas y mas claro, y tambien como evento,totalmente rídiculo neodadaista,o cortazareano, para dare un toque local,eso hacen con nuestros recursos, mucho lio pero»artista»no se privó de fondos y figurar, y lo mejor q produjo segun contas,es contarlo,ojalá lo haya registrado. al final federico Klein era mas genuino, los continuadores y profundizadores de su obra se ve que no tienen tanta suerte para encontrar el propio en el arte plástico, como la han tenido en el arte drámatico a fuerza de meterle guita a farzantes que repiten el libreto de la farza de la farza de la farza al pie de la letra.
Poco antes de acabar su etapa parisina, Van Gogh realizó tres retratos de Julien Tanguy, llamado por todos los artistas «Père Tanguy», en cuya trastienda de su establecimiento habían expuesto sus obras Van Gogh, Gauguin, Paul Cézanne y Seurat. Este retrato se considera la obra representativa de su etapa parisina. Con una visión frontal, es una imagen de una estructura simple, que contrasta con el fondo decorado con estampas japonesas. El artista holandés estaba dispuesto a realizar su sueño mediterráneo en busca de la luz cegadora de la Provenza , con la explosión de la naturaleza y los colores puros, colores que había estudiado en su colección de estampas japonesas. Fue un periodo muy fértil en el que su arte se inclinó hacia el impresionismo, pero por otro lado, la absenta y la fatiga mental agravaron su condición física.
Coincido con Pablo de Brito: ¿alquien todavía puede creer en la buena fe de este régimen?. Les sirve acercarse para obtener réditos económicos y de figuración, pero luego lloran cuando el kirchnerismo les cobra caro cada favor que les concedieron. Muchachos, el régimen K no le regala nada a nadie: todo te lo cobrarán en sumisión política. Aprendan, artistas e intelectuales: lo que ganen en plata lo van a perder en dignidad y en prestigio.
De acuerdo, pero: Nicola y Farina no son inocentes. Ella siempre supo posicionarse en el lugar justo, al calor del poder. Farina fue su soporte como crítico-promotor y director del museo Castagnino acá en Rosario. Con $ del Estado promovió a Constantino y otros artistas «suyos» a fines de los 90. Muestras, libros de lujo. Constantino siempre estuvo donde había poder y fondos. Casualmente estaba ahora haciendo una obra sobre Evita. Mirá vos. Y claro, le interesó a la Presi. Cuando fue la videoconferencia con CK no dijeron nada. Al embajador Di Tella tampoco le plantearon nada, a Boudou, menos. Se callaron y después hicieron la chiquilinada del graffitti. No vale, diría un chico.
Ignorar la tensión entre arte y poder aparece hoy como una ingenuidad y más ingenuo resulta concebir la expresión del arte como una creación pura desligada de las influencias de las realidades sociales y culturares.- A lo largo de la historia esta relación ha sido compleja y notoriamente expresiva de una subordinación del arte a las estructuras del poder. Un ejemplo emblemático es la relación de Miguel Angel con el papado y con la concepción ética que expresaba la curia romana. «El Juicio Final» fue objeto de disputa entre el Cardenal Carafa y Miguel Ángel y considerada inmoral y obscena por representar figuras desnudas.- No podía concebir la moralidad del poder que en un lugar santo como la Capilla se representaran figuras desnudas, «decoración propia de un baño público o de una taberna, pero no de una capilla papal» según manifestación del maestro de ceremonias del Papa, Biaggio da Cesena a quien Miguel Ángel representó en el fresco como Minos, el juez del infierno. Los genitales del fresco fueron cubiertos más tarde por el artista Daniele da Volterra, llamado por esto «Il Braghettone» («El Pintacalzones»). La reaparición de esta tensión con éste grado de asombro parece más una manifestación de un oportunismo crítico del régimen K que una verdadera crítica de la relación con el poder y desconoce un hecho fundamental: Que Evita está viva.a