El hijo de Delina Díaz -sobrina de Félix Díaz- que murió en el Hospital de Formosa por un cuadro de neumonia, denunció que las autoridades de salud no la quisieron atender.
“Quiero que me saques de acá, a mi me tratan mal acá”, fueron las últimas palabras que Delina Díaz le dijo a su hijo Tino antes de morir en el Hospital Central de Formosa por un cuadro de neumonía. Como Delina, otros qom de la Comunidad La Primavera fueron víctimas del brutal destrato que indefectiblemente termina con vidas que podrían haber sido salvadas. En poco más de un mes fallecieron Guillermo Díaz -padre de Delina- por una infección en los riñones y Justina López de tuberculosis. Guillermo era reconocido como un líder espiritual en la comunidad y Delina era la sobrina del qarashe qom Félix Díaz.
Lo que los mató no fue la enfermedad, sino la falta de atención y el trato discriminatorio que sufren los aborígenes en los centros de salud de Formosa.
El relato de Tino Díaz es desgarrador. El hijo de Delina cuenta cómo los médicos del Centro de salud comunal le negaron la atención a su madre que hace años se encontraba postrada en una cama por una artitris que, a duras penas, le dejaba moverse. Por caso, un informe de Telenoche de hace unos años que daba cuenta del caso de Paulino Miranda -que falleció de tuberculosis en un hospital de Resistencia luego de que los médicos locales se negaran a atenderlo- también registraba a Delina gravemente enferma recostada en su cama. Las imágenes ya en ese entonces mostraban a una mujer que aparentaba muchos más años de los que tenía y en un estado de debilidad extrema. “En abril pasado la internaron en el hospital central de Formosa. Ese día yo me vine y se quedó mi padrastro a acompañarla. Al otro día le dieron el alta pero sin medicación, sin nada, solo con un papelito que te dan para la ambulancia. Cuando volvió a mi casa le pregunté a mi padrastro: `¿Y los remedios? ¿Te dieron algo?’. Y me dijo que no. Fui a hablar con la doctora Elsa González que estaba en el centro comunitario de la comunidad, el CIC, y le pregunté por qué no nos habían dado los remedios. Ella me dijo, ‘No, ¿cómo que no tienen remedios?’. Rápidamente llamó al hospital central solicitando los remedios, y me dijo que me iba a ayudar. Fue hasta la farmacia del pueblito de Laguna Blanca y consiguió los remedios. Al otro día la echaron a la doctora.”
– ¿Por qué la echaron?
– En la comunidad no sabemos por qué la echaron. Esa doctora es buena y aparte nos consultaba a nosotros. Escribía todas las enfermedades: neumonía, desnutrición de los chicos y capaz que por eso la echaron.
Félix Díaz denunció que la doctora fue apartada de su cargo para ser reemplazada por gente afín a los punteros de Gildo Insfrán. González fue separada por la intervención directa de Elizabeth Obregoso, esposa del administrador del Instituto de Pensiones Provinciales, que tomó a su cargo la constitución de una oposición política a Félix Díaz en acuerdo con los pastores evangélicos de la zona.
Desde esa primera visita al hospital, los médicos diagnosticaron la neumonia de Delina. Sus permanentes recaídas, seguidas de cuadros de fiebre, obligaron a otras dos internaciones en la capital formoseña. La tercera vez ya no resistió.
En el interín Tino Díaz intentó varias veces que los médicos del CIC (Centro Integrador Comunitario) ubicado en las inmediaciones de la comunidad, fueran a ver a su madre a la casa, pero recién la atendieron cuando su muerte era inevitable. “Después del entierro, que fue a la mañana, yo prendí la radio y decían que a mi mamá la atendían bien. Que cada médico que va, iba a mirarla y que le dieron comida, pero yo me acuerdo que una sola vez le llevaron, después me decían que no podían atenderla, que tenían mucho trabajo. A mi me dio mucha bronca que los doctores que están acá en el Centro Integrador Comunitario dijeron que fueron a verla, porque yo fui muchas veces. Cuando muere un indígena en Formosa…” La voz de Tino se entrecorta. Su relato alude a los funcionarios provinciales que se apuraron en demostrar lo bien que habían atendido a Delina. Como el ministro de Desarrollo Humano, José Luis Decima que aseguró que: “En el año 2009, y en el marco de una visita domiciliaria, se le detectó e inició un tratamiento por artritis reumatoidea y otros trastornos derivados de severa patología (…) se debió hacer esfuerzos extras al ser reacia a cumplir con las prescripciones médicas, y se le llevaba permanentemente la medicación sin cargo alguno por ser beneficiaria de la obra social PROFE”, según reprodujo el sitio del periodista oficialista Alejandro Crivisqui.
Todo esto es desmentido por el hijo de Delina Díaz. El registro televisivo da cuenta de la antigüedad de su enfermedad. Murió de una neumonia. En la Comunidad La Primavera saben que, en otras condiciones de existencia, no hubiera sido su destino ni tiempo de morir.
Seguimos lamentando la muerte de nuestros hermanos por la falta de acceso a la salud. Nuestra comunidad perdió a otra hermana, Delina Díaz, hija de Guillermo Díaz. Hace años que estaba postrada en una cama, sin recibir atención médica, ya que en el hospital no le hacían los estudios que necesitaba ni le daban medicación.
y a Tino hace más o menos un año le quemaron su vivienda…