La percepción de que el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu realiza amenazas de ataque a las instalaciones nucleares de Irán, salvo que las sanciones y la diplomacia tengan éxito en clausurarlas, impulsó la crisis de Irán.
Aunque Netanyahu y el Ministro de Defensa Ehud Barak hayan realizado duras declaraciones, especialmente durante los últimos meses, aún hay un enorme agujero en el historial de su retórica sobre Irán: ni Netanyahu ni Barak han hecho jamás una declaración pública de amenaza explícita de ataque a Irán.
En los últimos meses, ambos se han negado rotundamente a realizar una declaración al respecto, incluso cuando son arengados por los periodistas.
La ausencia de una amenaza explícita por parte de Netanyahu y Barack, no descarta la posibilidad de que ellos estén preparados para atacar Irán, bajo algunas circunstancias. Sin embargo, una revisión del historial de la política declaratoria israelí respecto de Irán, revela que el gobierno del Primer Ministro Ehud Olmert, emitió dos veces amenazas explícitas de ataque, si Irán no ponía fin a su programa nuclear.
En febrero de 2006, el entonces Ministro de Defensa, Shaul Mofaz, declaró que si la diplomacia fracasaba en «demorar o frenar» el programa nuclear iraní, Israel no podía «quedarse de brazos cruzados«, mientras Irán se encontraba a punto de cruzar el umbral para alcanzar capacidad nuclear.
Ese uso del lenguaje sugería una seria amenaza; es bien sabido que la República Popular de China advirtió al Ejército de los Estados Unidos a principios de la Guerra con Corea, y antes de cumplir con su amenaza mediante el envío de fuerzas militares masivas para luchar contra ellos en Corea del Norte, que China no podía «quedarse de brazos cruzados» si las fuerzas estadounidenses cruzaban el paralelo 38.
El 8 de junio de 2008, Mofaz, entonces viceprimer ministro del gobierno de Olmert, fue aún más explícito al declarar: «Si Irán continúa con su programa de desarrollo de armas nucleares, vamos a atacar».
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En contraste con esas amenazas directas pero condicionadas de usar la fuerza militar contra Irán, Netanyahu y Barak se han negado a abordar la cuestión en sus discursos y entrevistas y se limitaron a declaraciones mucho más amplias sobre «todas las opciones” que deben estar «sobre la mesa» y de su «derecho a defenderse”.
Cuando el 20 de noviembre pasado el periodista de CNN Fareed Zakaria, preguntó si Israel iba a atacar Irán, Barak no quiso responder y dijo que no se trataba de un «tema de debate público» y solamente se refirió a la vaga noción de una «zona de inmunidad» iraní, en la que una proporción suficiente de las capacidades nucleares de Irán estarían protegidas ante un potencial ataque israelí, por lo cual dicho ataque sería inútil.
En Ottawa, antes de su visita de marzo a Washington, Netanyahu se limitó a decir: «Como cualquier país soberano, nos reservamos el derecho a defendernos contra un país que convoca y trabaja para nuestra destrucción.»
El 5 de marzo, en su discurso ante el influyente Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos – Israel (AIPAC), Netanyahu trató de refutar el argumento de que «impedir que Irán consiga la bomba es más peligroso que permitir que Irán tenga la bomba» y lo comparó con los argumentos realizados por Estados Unidos contra el bombardeo de Auschwitz en 1944.
Pero parecía tratarse de un argumento en contra de la política del gobierno de Barack Obama, que se niega a atacar a Irán ante la ausencia de evidencia sobre estrategias de enriquecimiento de uranio con grado para armas. Netanyahu se negó a decir bajo cuáles circunstancias su gobierno atacaría a Irán «He leído acerca de lo que supuestamente Israel ha decidido hacer o de lo que Israel puede hacer», dijo. «Bueno, no voy a hablar sobre lo que Israel va a hacer o no hacer. Yo nunca hablo de eso. «
En una entrevista con Greta Van Susteren en Fox News el 7 de marzo, Netanyahu reiteró esa idea genérica: «Si es necesario, vamos a actuar en defensa propia.» Pero cuando ella le preguntó si Israel podría actuar por cuenta propia, el respondió, «Usted sabe que yo nunca hablo de eso. «
Lo más cerca que Netanyahu estuvo de hacer una amenaza directa de guerra fue el 10 de marzo, cuando dijo que él esperaba que «no haya una guerra en absoluto y que la presión sobre Irán tendrá éxito«, pero añadió que “los últimos llamados se aproximan a Irán para que detenga su programa nuclear o sufra las consecuencias».
Al parecer, Netanyahu y Barak, fueron mucho más lejos en las reuniones privadas (“off-the-record”) con un pequeño número de periodistas israelíes. Según escribió Ari Shavit de Haaretz en un informe del 26 de marzo, el mensaje fue: «Si para el verano la comunidad internacional no detiene a Irán, Israel atacará en breve.»
Pero a Shavit y a los otros periodistas se les prohibió citar las reuniones privadas y mencionar a los funcionarios que dieron aquella información.
La reticencia pública de Netanyahu y Barak podría reflejar el hecho de que los dos líderes no están en condiciones de comprometer públicamente al gobierno israelí con un ataque a Irán. Los informes de prensa han exhibido a Netanyahu y a Barak como la representación de una minoría distintiva, entre los nueve miembros del «gabinete de seguridad» de Israel.
Incluso el viceprimer ministro Moshe Ya’alon expresó públicamente en una entrevista con el diario Haaretz el mes pasado, que fue su interlocutor, Ari Schavit, quien dijo que las únicas alternativas en respecto de Irán son «bomba o bombardeo», para expresar «profunda preocupación«, durante conversaciones privadas, sobre sí Netanyahu estaba siendo arrastrado por Barak a una «aventura iraní sin sentido«.
A fines de octubre de 2011, se filtró al medio israelí escrito en hebreo, Yedioth Ahronoth, que Netanyahu y Barak, estaban tratando de convencer al gabinete israelí para que apoye un ataque contra Irán; pero Barak le dijo a Radio Israel que no se había tomado ninguna decisión y que la misma no sería tomada por dos personas.
Raviv Drucker, comentarista político para el canal 10 de Israel, señaló que tal especulación de la prensa «funciona bastante bien para Netanyahu, ya que él puede ser mostrado como dispuesto a negociar con Irán, pero que “se encuentra frenado por otros miembros de la clase dirigente israelí.»
Netanyahu y Barak también puede estar limitados por el consenso de las instituciones de seguridad nacional de Israel, que se oponen a un ataque contra Irán en las circunstancias actuales. Funcionarios de las Fuerzas de Defensa Israelíes y el Mossad le han dicho a Netanyahu que la inteligencia israelí concuerda con la inteligencia estadounidense, en que Irán aún no ha decidido a tomar los pasos críticos necesarios para tener armas nucleares.
Barak, incluso aludió a este hecho en una entrevista el 22 de marzo con Radio Israel. Dijo que Irán «quiere lograr una capacidad militar nuclear», pero que esto «no estaba sucediendo». Barak mencionó que una de las razones era su «miedo a lo que sucederá, si, dios no lo permita, Estados Unidos o ‘alguien’ más realiza un ataque contra de ellos.»
Esta afirmación implicaba que Irán ya había sido disuadido de avanzar en armas nucleares – una posición que contrasta con la postura del gobierno de Netanyahu.
La negativa de Netanyahu de hacer pública una amenaza de ataque a Irán es también consistente con su ya establecida reputación de ser una figura política de gran «aversión al riesgo».
«Netanyahu es conocido por su cautela», dijo en mayo David Makovsky, del Instituto Washington para Política del Cercano Oriente, en una entrevista con The Tablet.
Las amenazas inequívocas de Mofaz entre 2006 y 2008, no dieron señales de una voluntad real de atacar las instalaciones nucleares iraníes, debido a que en ese momento la Fuerza Aérea israelí no tenía la capacidad para llevar a cabo un ataque efectivo.
Retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el teniente coronel Rick Francona, visitó Israel en noviembre de 2006 y tras reunirse con funcionarios de la Fuerza Aérea de Israel, llegó a la conclusión de que no tenían la capacidad de destruir los sitios nucleares iraníes. En una entrevista con este autor en 2007, Francona dijo que los oficiales israelíes «reconocieron que tienen un escasez de reabastecimiento aéreo».
Sin embargo, Olmert y Mofaz podían verse animados a emitir amenazas explícitas, dados su conocimiento de que Irán no se encontraría cerca de obtener una capacidad.
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*Gareth Porter es historiador y periodista especializado en política de seguridad nacional de Estados Unisdos, recibió el premio Gellhorn del Reino Unido para el periodismo en 2011 por sus artículos sobre la guerra de Estados Unidos en Afganistán.