Por Mariano Arancibia
Christian Rath, en su libro “Trabajadores, tercerización y burocracia sindical. El Caso Mariano Ferreyra”, intenta comprender el fenómeno de la tercerización no solo como un ejercicio intelectual sino como un aporte a una lucha viva y actual, de la que Mariano Ferreyra fue parte.
Rath, es referente del Partido Obrero y en su labor intelectual tiene varias publicaciones en medios periodísticos y en la revista teórica “En Defensa del Marxismo”.
Por sobre todo el veterano militante, es un referente histórico del socialismo revolucionario en Argentina: fue delegado del SMATA Córdoba durante el periodo del Cordobazo y miembro del comité de acción y lucha de la Huelga General del SMATA en 1970. En el 2001 fue organizador de la Primera Asamblea Nacional Piquetera.
Con motivo de la presentación de su libro, el jueves 23 de agosto brindo una charla en el complejo de Bibliotecas de la ciudad de Salta. Ese día por la mañana entrevistamos al dirigente quien hablo sobre las implicancias del asesinato de Mariano Ferreyra.
– ¿Hacia quién está destinado el libro?
– Cuando uno escribe tiene un lector imaginario. Esto ocurre en cualquier actividad como una charla o exposición, uno se traza una caracterización de a quien le va a hablar. Siempre tuve la idea de que el libro tenía que ser un instrumento para el conocimiento del joven tercerizado y para los que fueron conmocionados por el asesinato de Mariano. Me hice una imagen de los miles que están tercerizados y tienen una diversidad cultural enorme. Porque tercerizados están los universitarios en el call- centers y el trabajador que no terminó la secundaria y trabaja en una contratista de la construcción.
– ¿Cuál es su punto de partida para analizar el caso Mariano Ferreyra?
– El punto de partida es un régimen social que se expresa en este episodio. Porque sí juntas todos los protagonistas que están en este asesinato, encontrás al Estado. Tenés el empresariado nacional que es socio del negocio de la tercerización, que defiende rabiosamente esa herramienta y no solo en ferrocarril. Paolo Rocca dice que la tercerización no es negociable porque hace a una cuestión de costos laborales, lo dijo un mes después del asesinato de Mariano cuando la conmoción planteaba el fin de la tercerización. El otro protagonista es la burocracia sindical quien actualmente es socia de la tercerización y antes fue socia de la privatización. En el libro hay un dialogo estremecedor entre el ministro de Trabajo, Carlos Tomada y José Pedraza donde se intercambian, antes de la detención, información para que los tercerizados no pasen a ser afiliados de la Unión Ferroviaria porque podría desnivelar la ecuación por la cual la burocracia se hace elegir.
Un tercer componente es el Estado porque el elenco de funcionarios que estaba presente hoy continúa en sus lugares. También, hay que observar la actuación de la policía que armo una zona liberada. A esto se suman las responsabilidades políticas. Yo siempre voy a recordarlo a Aníbal Fernández quien al día siguiente de la muerte de Mariano consideró que la policía actuó bien. Esto lo dice cuando se sabe que en las calles de la zona de Barracas, donde se consumó el asesinato, se impidió el desplazamiento de móviles policiales.
– En la lucha por la cárcel a José Pedraza se noto un eje rector claro: un combate contra la tercerización. El gobierno en varias ocasiones defendió la tercerización mostrándola como un fenómeno natural dentro del mundo del trabajo. Por el contrario tu libro muestra un panorama inverso: la tercerización como mecanismo vil de abaratar la fuerza de trabajo ¿Cuáles son las claves para entender la tercerización en Argentina?
– La tercerización en Argentina es la prolongación de la tercerización a escala mundial. La burguesía mundial adopta los mismos instrumentos que en la década del 70 cuando considera que se viene la crisis capitalista.
La tercerización no tiene un fundamento científico; sin embargo persigue un interés de clase porque produce una fragmentación nunca antes vista en la clase obrera: si vas a un lugar de trabajo vas a tener la realidad del trabajador tercerizado, del que esta en el plantel, del trabajador a prueba, del que es monotributista y como la burocracia no se hace cargo, el obrero esta fragmentado.
Se dice que la computadora ahorra el tiempo y es cierto. Sin embargo también se dice que por la tecnología se incrementa la desigualdad, porque tengo que despedir gente debido a que la computadora me ahorra tiempo. Eso es una contradicción de este régimen social; porque como sí tengo innovaciones que permiten acortar el tiempo de trabajo y producir la misma cantidad de bienes con menos horas, sucede lo contrario.
En Argentina tenemos una jornada de 11 horas y precariedad laboral, desocupados, el 35% de trabajadores en negro. Vivimos en un régimen social que hace que el progreso tecnológico se revierta contra los trabajadores, porque busca preservar la tasa de explotación.
– ¿Qué es la burocracia sindical? ¿Cuál es su significado en la realidad política nacional?
– Está extendida la idea de que un burócrata es un tipo que se enriqueció con los negociados del sindicato. Si uno quiere ser riguroso la burocracia sindical es una capa que acepta el tutelaje, y a partir de allí lo que significa su complicidad en las acciones del Estado y también del empresariado.
Esto tiene que ver con que en el país hay una ley de Asociaciones Gremiales, pero que en realidad es el cuerpo jurídico que establece la estatización de los sindicatos. En esa ley dice que sí querés ser un sindicato tenes que tener la Personería Jurídica que te da el Estado, entonces tu vida sindical depende de eso.
La burocracia sindical es la principal herramienta que tiene la clase dominante para armar una malla de contención. Esto nos lleva a la situación actual, porque la burocracia tiende a dividirse. Y se divide en función de que el gobierno, en su etapa de agotamiento, tiene planteado un plan de ajuste. Quizás al gobierno le hubiera interesado que no se divida la CGT porque necesitaba una burocracia sindical disciplinada para enfrentar el ajuste. Como no pudo, se fue a una división, que no marchó a un campo progresivo porque están discutiendo los recursos y el poder para esa misma burocracia.
– Cristina Kirchner dijo que la bala que lo mató a Mariano Ferreyra también rozó el corazón de Néstor Kirchner ¿Tuvo algún peso la muerte de Mariano Ferreyra en el fallecimiento del ex presidente?
– Cuando Cristina Kirchner dice que la bala rozo en el corazón de Néstor Kirchner, yo contrapongo la frase que dijo al día siguiente del asesinato de Mariano donde aseguró que hace tiempo buscábamos un muerto.
De todas maneras, un asesinato con todas las implicancias que caracterizamos se convirtió en una crisis política por todo lo que involucraba. Y me gustaría que quede claro que el gobierno esta ejercitando un operativo de confusión. Porque dice “yo también estoy en el campo del juicio y castigo”, “yo aporte el testigo”; lo cual es falso.
Entonces quiero resaltar que hay un operativo de confusión. También lo dice Horacio Verbistky en sus editoriales de Página 12. El escritor asegura que se obtuvo el juicio por Mariano Ferreyra en poco tiempo porque este gobierno lo alentó. Sin embargo, advierte que en una justicia tan contaminada como la de este país y con tantos jueces poco probos, es difícil que un juicio resuelva la cuestión… Cuando un hombre dice eso, esta abriendo el paraguas para lo que puede significar un operativo de impunidad.
– ¿Cómo considera el accionar de la justicia?
Si fuese por la justicia vamos a una nueva frustración, eso hay que tenerlo claro. Los 17 que están en el juicio son el fruto de la movilización política. Acabo de venir de Santa Cruz, ahí hubo 14 mineros muertos en Rio Turbio y no hay nadie detenido, ni el administrador Taselli que era amigo de Néstor Kirchner. Entre muchos casos esta el de Jujuy. ¿Qué pasó con los ocupantes del predio del grupo Ledesma? Entonces el vuelco que se puede producir en el juicio y castigo depende de la movilización de las organizaciones obreras y sociales que actúen. De las firmas y pronunciamientos de los tercerizados y de la inventiva para colocar a esto como una causa popular.