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Muertos en la provincia presidencial

Frente a la seguridad sanitaria de Máximo Kirchner y su suegra, trasladados en aviones oficiales a Buenos Aires ante problemas de salud, la desidia y muerte de los pobres en Santa Cruz.

 

 

Casos de abandono, muertes por las inclemencias del tiempo, falta de provisiones, salarios con monedas que ya no están en circulación, peones que en edad de jubilarse siguen trabajando, son sólo algunas de las reiteradas historias de los trabajadores rurales en las tierras santacruceñas.

Fuentes de Defensa Civil que trabajan en la zona norte de Santa Cruz, informaron que tienen conocimiento de, al menos, dos estancias con trabajadores rurales en estado de abandono. Hasta el momento, no se han podido realizar los relevamientos necesarios, ya que el invierno azota y el clima es implacable. La nieve y las lluvias, los principales obstáculos.

Por su parte, el gremio UATRE  apuntó a la Secretaría de Trabajo de Santa Cruz que tiene el poder de policía para inspeccionar las más de 900 estancias que tiene la provincia. La cartera de Trabajo, denunció la responsabilidad de los estancieros al momento de contratar empleados rurales y de respetar los contratos establecidos. El Registro Nacional de Trabajadores y empleados agrarios (RENATEA),  manifestó no tener ingresados en su base de datos a los peones que en menos de un mes fueron encontrados en Santa Cruz, en dos casos aún no ha podido conocerse su identidad.

 

Los casos recientes

Después de más de quince días en condición de «desaparecido», el equipo de rescate de Defensa Civil logró encontrar el cuerpo de Domingo Marchán, trabajador rural de 75 años, que sufría ataques de epilepsia. Marchán trabajaba en la Estancia Magallanes, a unos 120 kilómetros al noroeste de la localidad de Pico Truncado, ubicada en el norte de la provincia.

El 23 de mayo se conoció mediante una denuncia en la Comisaría de Pico Truncado, que Marchán se encontraba desaparecido. Desde entonces, se comenzaron con intensos rastrillajes por caminos cercanos a diez estancias. Personal de la Dirección Municipal de Defensa Civil encontró al peón rural a 500 metros del casco principal de la estancia. José Huiscay, Director de Defensa Civil, explicó a este medio que “si bien aún no se le practicó la autopsia, no se observaron signos de violencia y se cree que murió de un ataque de epilepsia”.

Semanas atrás, el personal del equipo de rescate, había encontrado muerto a Horacio Medina de 61 años, peón de la Estancia “12 de Octubre” en estado de “abandono y famélico”, según informaron desde Defensa Civil. La búsqueda llegó a su fin 25 días después de su desceso. Su cuerpo se encontraba en un estado de total de descomposición y abandono.

“Lamentablemente, ya lo había anticipado el caso del señor Medina. No sería el último, ahora nos encontramos con otro peón fallecido, abandonado y en el peor de los escenarios, ante las inclemencias del tiempo”, relató el Director de Defensa Civil, y agregó que es la tercera muerte por situaciones de abandono. “No sólo hay trabajadores en negro, sino que hay peones que ni siquiera cobran su salario”, expresó.

Según el secretario de Trabajo, Raúl Santibañez  éste no es el primer caso que se denuncia: “estas situaciones no son ajenas, hubo un hecho en la Zona Sur de un trabajador rural en situación de abandono, en 2011 en el Centro de la Provincia también peón que estaba abandonado e incluso se le abonaba con moneda de otra época. Lamentablemente, esto no es novedoso”, agregó.

 

Reclamos de la UATRE  a la Secretaría de Trabajo

En absoluta soledad, los peones de campo realizan sus labores cotidianas a lo largo de la inmensa extensión territorial de Santa Cruz. La falta de controles sobre las condiciones de vida y trabajo de los empleados rurales es un reclamo de la UATRE Santa Cruz que sostiene que no tienen la potestad de inspeccionar los Establecimientos Rurales sino es por Orden Judicial.

Gerónimo Venegas Secretario General de UATRE analizó el fallecimiento de los peones y explicó a este medio “es un N/N más, compañeros rurales en negro donde el Estado es quien tiene el poder de la Policía para controlar las condiciones de contratación de estos empleados que, muchas veces, están en estancias sin animales, sin producción y en total abandono, no se sabe cómo están, incluso muchas veces llegan a la edad de jubilarse y no tiene un solo aporte”.

Los trabajadores rurales de Santa Cruz comparten, a pesar de las distancias, las falencias del sector en la provincia. Con la edad correspondiente para jubilarse, tanto Medina como Marchán continuaban trabajando. “Estos trabajadores no estaban registrados y con más de 60 años no tenían que estar trabajando”, indicó Omar Castro Secretario General de UATRE,  jurisdicción Comodoro Rivadavia.

Las complicaciones para realizar inspecciones de los Establecimientos Rurales y la extensión de la provincia de Santa Cruz es un recurrente planteo por parte de las autoridades de aplicación.  “Nosotros podemos inspeccionar estancias si contamos con una orden judicial y así podemos ingresar y constatar en qué condiciones se encuentran los peones en cada establecimiento”, agregó Castro.

La Secretaría de Trabajo es quien tiene el poder de policía para llevar adelante las inspecciones en los Establecimientos Rurales. “Ante la extensión del territorio, lo cierto es que no logramos hacer todas las inspecciones correspondientes. Pero la muerte de estos peones nos debe avergonzar como sociedad que esto nos pase en el 2012” respondió Santibañez.

Trabajo informal

Santa Cruz cuenta con más de 3.000 trabajadores rurales y 900 Estancias que representan más de 26.000.000 hectáreas en todo el territorio. En la actualidad, más de 400 Establecimientos se encuentran en estado de abandono y sin fines productivos. Los factores externos, imponderables para el sector, han colocado en una situación límite a muchos productores que se han visto en la necesidad de vender sus tierras a muy bajo costo, alquilarlas a empresas mineras o petroleras, o simplemente, como imagen reiterada, colocar un candado en la tranquera y dejar abandonada su tierra.

La zona de la estancia “12 de Octubre” y “Magallanes” donde fueron hallados los dos peones, es denominada la Meseta del Pedrero, una zona alta, fría, inhóspita y de muy difícil acceso. La falta de caminos obliga a montar a caballo o subirse a una 4×4 para llegar allí. A lo largo de las 750.000 hectáreas que conforman el territorio, se encuentran 50 establecimientos con 25 pobladores y únicamente 400 ovinos y 400 vacas. La mitad de las estancias están abandonadas y el 50% restante no está bajo producción, sino para el sustento de las pocas familias que allí residen.

Un establecimiento en producción cuenta con un promedio de 10.000 ovinos, como las principales Estancias de Santa Cruz. El parámetro refleja la situación de abandono y el contexto en el que se da el trágico fallecimiento de los peones.

“Esto nos debe conmover como sociedad, nos ha dejado preocupados y nos invita a la reflexión sobre la situación de los trabajadores rurales. Hemos mejorado en muchos aspectos pero sin duda, hay cosas por las cuales seguir trabajando para garantizar la calidad de vida que merece el trabajador rural. Es una barbaridad que se encuentren peones fallecidos en estado de abandono en pleno Siglo XXI”, mencionó el Titular de RENATEA Marcos Williams.

La persistencia del trabajo informal es una de las principales causas del abandono de los trabajadores. Desde la cartera de Trabajo, Santibañez sostuvo que el avance sobre los derechos laborales del sector rural debe contemplar necesariamente los contratos: “ha habido algunos avances con UATRE junto a lo que era el RENATRE, con un relevamiento significativo que permitió modificar algunos aspectos, pero hay que seguir trabajando, pero la responsabilidad inicial del empleador es lo más importante. Si el contratante no está apegado a la norma, el perjudicado es el peón”.

Según UATRE, actualmente un 30% de los trabajadores rurales se encuentran en condiciones irregulares. Desde RENATEA desmintieron el porcentaje. Todos coinciden en que la extensión del territorio santacruceño y lo dificultoso que es inspeccionar las más de 900 estancias, son los principales factores que impiden contar con datos más precisos. Si bien el número de trabajadores rurales ha disminuido sustancialmente con el correr de los años, el reclamo por mejoras en su calidad de vida se sostiene aún en el tiempo.