El jueves 20 de octubre, a un año del asesinato de Mariano Ferreyra a manos de una patota del sindicato ferroviario, se realizó una multitudinaria manifestación en reclamo de justicia y cárcel para todos los culpables. El acto presenciado por decenas de miles de manifestantes comenzó con la lectura de dos cartas enviadas por familiares de Mariano. Plazademayo.com los comparte con sus lectores.
“Se fue dejándonos la inmortalidad de su juventud”
Un mundo capitalista es un mundo esclavizado, con todo lo que eso conlleva, desde la precarización hasta la miseria y la deshumanización, y no digo pobreza, sino miseria, la de verdad, la que revuelve la tripa, la que ya conocemos. Miseria no es sólo el hambre, es también la resignación y la humillación. Cuando se llega a este punto las palabras quedan cortas, ni la más exquisita amplitud verbal podría redactar un escrito que pudiera llegar a las venas de los deshumanizados que se benefician por esto. Sólo queda hacer, actuar, comprometerse, sentir, ser humano. Mariano hizo, actuó, se comprometió, sintió y, sobre todo, fue humano, fue muy humano, más allá del color de su bandera. Y lo hizo bien el pibe. Porque cada volante que repartía iba acompañado de un pedazo de él, de su sonrisa, su vitalidad, su convicción, de esas ganas de tirar para adelante. Y el dolor es demasiado grande, como también la impotencia de lo absurdo de que todo esto sea real.
Era grande Mariano. Tanto que se fue dejándonos algo tan sensible como la inmortalidad de su juventud, contagiándonos de ella, para hacernos todos jóvenes con él. Para que cada vez que el pueblo salga a las calles todos seamos Mariano, con esa ilusión aguerrida, con la sangre hirviendo exigiendo y trabajando por una justicia clara y limpia, sin el polvo de unos vicios del pasado.
Hacer justicia nos compete a todos, somos parte de esa labor.
Comprender que la unidad, el acompañamiento, el acercarnos, el apoyo mutuo son la base que sostendrá el arduo trabajo que tenemos por delante.
Con estas palabras expresar un cálido agradecimiento, que nuestro estandarte sea sólo uno, el de la lucha porque se haga justicia.
Sinceramente, gracias por el apoyo.
La familia de Mariano.
– Escrito por Beatriz Rial Ferreyra, mamá de Mariano Ferreyra –
Carta a Mariano Ferreyra Recuerdo cuando volví de Adrogué, adonde había ido con mi mamá y mi sobrinito. Prendí la tele en mi casa. Veo la foto de Mariano donde había ido a una manifestación ferroviaria que al terminar todo había salido mal. Lo mataron. Cada cinco minutos nos llamábamos con toda la familia para saber si era o no. Hasta que fui a un cyber y lo confirmé. Mientras tanto un amigo me bancaba a través de Facebook diciéndome que tenga fe. Hasta que sonó mi celular y mi mamá me pedía que llegue a la casa. Ni bien llego los veo llorar. Hoy jueves, a una semana de cumplir mis 21 años, sé que no está más en persona pero sí en nuestros recuerdos. Hoy no puedo estar presente pero exijo que los asesinos de Pedraza, hasta los policías, se pudran en la cárcel porque lo que hicieron fue quitarnos a alguien muy importante. A Marianito. Quiero darle fuerza a toda mi familia, a Pablo y a mis primas, les digo que los quiero mucho. Saludos a sus compañeros y amigos de lucha. Mariano Ferreyra, siempre te recordaré y nunca te voy a olvidar. Te quiero mucho, Rocío Belén Ferreyra