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Mi político, el do’tor


En la película “Fellini otto e mezzo” los personajes acosaban a Marcello Mastroiani al grito de “Dottore, dottore…”, para remarcar la jerarquía del director de cine que interpretaba el genial actor. En Argentina así se usaba allá por la época de Florencio Sánchez, aunque hoy en la calle el apelativo para el que parece de mejor clase es “Maestro”. Sin embargo, entre los periodistas se ha extendido la costumbre de llamar “Doctor” a cualquier entrevistado que porte maletín o cite dos leyes de corrido.

 

La costumbre viene del ambiente tribunalicio, donde es frecuente la asimilación de doctores y abogados. Algunos abogados se ascienden citando el artículo 58 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, que dice que “en el desempeño de su profesión, el abogado será asimilado a los magistrados en cuanto al respeto y consideración que debe guardársele”. Pero ninguna de las dos cosas parece suficiente para usurpar un título que no obtuvieron. Un conocido periodista y político se agregaba el “Doctor” en los folletos de la universidad, aunque a la Coneau le objetaba que no le bastaban para ello sus títulos de abogado y psicólogo. Aludía a una Acordada de la Corte Suprema que, según decía, autorizaba el ascenso doctoral para todos los abogados. Miguel Danelián, en el libro Metodología de las citas jurídicas (Edit. La Ley) recalca que no existe ninguna disposición en ese sentido ni de la Corte ni de las Cámaras. La explicación que encuentra para esa costumbre tan arraigada entre sus colegas son Las siete partidas de Alfonso el Sabio, cuya ley 8 establecía “que los peritos en derecho después de que hayan tenido veinte años en la escuela de leyes deben haber honra de condes”. Pero no creemos que sea este antecedente imperial del siglo XIII el que puedan alegar los presuntos doctores en su defensa.

 

 

El artículo 40 de la Ley 24.521 de Educación Superior establece claramente que solo las instituciones universitarias expiden títulos, y que los de posgrado son una instancia posterior a la formación de grado. Esto es, el título de “Doctor” no es obtenido automáticamente con el título de abogado, ni de dentista, ni de médico, sino luego del cursado de materias y defensa de una tesis doctoral en una institución reconocida. O, a lo sumo, atribuido Honoris Causa. Y no puede ser asignado por el uso y la costumbre, o por el protocolo de los actos de gobierno.

 

 

En un servicio a la comunidad, ofrecemos una guía a los colegas periodistas para referenciar con el título de grado que le corresponda a los funcionarios en ejercicio y a los candidatos a los máximos cargos en las elecciones de octubre. No nos gustaría que el día de mañana se tengan que arrepentir de llamar Doctor o Doctora a alguien que no lo sea, como ya les pasó con la falsa Dra. Rímolo, o con el falso Ingeniero Blumberg. El seguimiento fue realizado por Marina Dragonetti en función del grado más alto declarado por el político en su página oficial, por lo que si alguien puede aportar credenciales para el título superior, con gusto haremos las correcciones.

 

 

De acuerdo a los datos disponibles, los únicos que acreditan el grado de doctor que les habilita el tratamiento serían: Dr. Amado Boudou; Dr. Lino Barañao; y Dra. Alicia Kirchner. El resto todos tienen dignas profesiones de abogados, profesores, contadores. Pero no son doctores.

 

 

 

Candidatos:

Cristina Fernández, «abogada» (Un. La Plata)

 

Amado Boudou, «doctorado en economía» (CEMA)

 

Ricardo Alfonsín, «abogado» (UBA)

 

Javier González Fraga,«Lic. en Economía» (UCA)

 

Eduardo Duhalde, abogado «abogado» (UBA)

 

Mario Das Neves,«estudios de abogacía inconclusos»

 

Hermes Binner, «médico anestesista» (Universidad Nacional de Rosario)

 

Norma Morandini, «Lic. en Comunicación social « (UNC)

 

 

 

 

Ministros:

 

Jefe de Gabinete: Aníbal Fernández: «Contador público, abogado»

 

Ministro del Interior: Florencio Randazzo,«Contador» (UBA)

 

Ministro de Relaciones Exteriores: Héctor Timerman,«Periodista, maestría en Asuntos Internacionales» (Columbia)

 

Ministro de Defensa: Arturo Antonio Puricelli, «abogado» (Universidad del Litoral)

 

Ministro de Economía: Amado Boudou,«doctorado en economía»(CEMA)

 

Ministro de Planificación Federal: Julio De Vido, «arquitecto» (UBA)

 

Ministro de Justicia y Derechos Humanos: Julio César Alak, «abogado» (Universidad de La Plata)

 

Ministro de Educación: Alberto Sileoni, «abogado y profesor Nacional de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras» (UBA)

 

Ministro de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva: Lino Barañao, «doctor en Ciencias químicas»

 

Ministro de trabajo: Carlos Tomada, «abogado (UBA), estudios de posgrado en Relaciones Laborales y en Problemas del Trabajo»

 

Ministro de Salud: Juan Luis Manzur, «médico sanitarista (Universidad Nacional de Tucumán). Magíster en “Administración de Servicios y Sistemas de Salud” (UBA)»

 

Ministra de Desarrollo Social: Alicia Kirchner,«Lic. en servicio social y Dra. En Trabajo social»

 

Ministra de Industria: Débora Giorgi,«Lic. en economía» (UCA)

 

Ministro de Turismo: Enrique Meyer, sin formación académica declarada.

 

Ministro de agricultura, ganadería y pesca: Julián Andrés Domínguez, «estudios en Ciencias Jurídicas en curso» (UBA)

 

Ministra de Seguridad: Nilda Garré, «abogada» (Universidad del Salvador)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comments

  1. jekan_oeste says:

    Ahora SIIIIIIIII¡¡¡¡¡¡ Claro es Anestesista Binner ¡¡¡¡ un aplauso para la Doctora Adriana ¡¡¡¡