Por Juan Manuel Negri
Más de 50 casos de desnutrición en Puente de Fierro, un asentamiento que queda a sólo 10 minutos del despacho del gobernador Daniel Scioli y del intendente de La Plata, Pablo Bruera. En promedio hay un chico con bajo peso por familia. Algunas de las causas son la contaminación del agua, los altos índices de desocupación y pobreza y el faltante de alimento en los comedores.
Un solo colectivo llega hasta Puente de Fierro. Sólo diez minutos de viaje separan a este asentamiento de la zona céntrica del principal eje político y administrativo de la provincia de Buenos Aires. Sólo diez minutos para encontrar una fisonomía oculta. Casas de chapa, de cartón, sin desagües cloacales, sin luz, sin conexión a agua potable, sin servicio de recolección de residuos, familias enteras sin trabajo, otras tantas con empleos precarios y, sobre todo, desnutrición.
Concretamente hay más de 50 casos de niños con bajo peso. La cifra la confirmó Ester Gutiérrez, promotora de salud de la sala N°8 de Puente de Fierro, quién trabaja hace más de tres años recorriendo el barrio: “En total hay 53 casos de desnutrición y siguen apareciendo”. Estos datos indican que se registra por lo menos un chico desnutrido por familia y en algunos casos hasta dos o tres.
“En riesgo nutricional hay muchísimos, niños que bajan medio kilo y ya están desnutridos. La mayoría están en esa situación, es muy raro ver chicos normales. Son nenes que se enferman todo el tiempo”, completó.
“Él está desnutrido, tiene que comer vitaminas, nutrientes y hierro pero es imposible comprarlos. Cobro 1200 pesos del plan Argentina Trabaja y por día tendría que gastar más de 50 pesos para darle de comer bien a mis hijos. Es imposible llegar a la canasta básica”, dijo Sonia Velázquez, mamá un chico desnutrido.
Los abrigos de Guille disimulan el bajo peso. Se lo ve aplacado, casi estático. Comenzó teniendo problemas respiratorios, luego por consumir agua contaminada siguió con vómitos y diarrea. Debería estar pesando nueve kilos y pesa cinco. Con lo que cobra Sonia no llega a darle de comer a sus dos hijos. Explica que “hay muchos casos de nenes internados por desnutrición en el barrio” y que “casi todos los vecinos están igual”. Habla de abandono por parte de los gobiernos, le gustaría “que se acuerden de los chicos”.
Algo similar le ocurre a su hermano, Diego Velázquez: “Yo trabajo en una cooperativa y no llego a fin de mes, somos cinco en mi familia. No me alcanza para darles de comer a los chicos, les compro yogurt una vez a la semana”. Diego habla con dolor y tarda en decir que dos de sus hijos están con bajo peso. Cuenta que la gente no tiene trabajo, que “algunos están zafando por el tema de las asignaciones pero que eso tampoco alcanza para nada” y que “en los comedores falta mercadería”.
“Acá hay mucha mugre, cuando llueve el olor es re fuerte. Esto contamina a todos y más a los chiquititos”, señala Soledad, otra vecina del barrio. Ella vive en la casa de su madre y corre con el privilegio de tener un purificador para no darle agua contaminada a su bebé. También tiene piso de material, una excepción en Puente de Fierro.
Lali es una de las responsables del comedor “Los Negritos” de la Coordinadora Aníbal Verón. Hace unos años que vive en el barrio y que trabaja para ayudar a los chicos. Ella cuenta que “se ve a los nenes mal alimentados, con madres de catorce años mal alimentadas, que le faltan dientes, que están flacas, que no tienen trabajo, que viven mal y que no tienen ninguna posibilidad”.
“Los chicos comen poco y mal. La comida que nos mandan son fideos, polenta, arroz. Cuando vas a la salita y te diagnostican que el nene tiene desnutrición, te dicen dale pescado, queso y eso es una cachetada”, subraya. Para Lali “se necesita que el agua de la canilla salga potable, porque actualmente genera enfermedades. También se necesitan viviendas con un piso que no sea húmedo, donde haya una cama, una frazada, donde los chicos no se mueran de frio y vivan bien”.
Su militancia le enseñó que “en este país el que no protesta no vive bien”, que “no se puede estar toda la vida así” y que “la cosa se resuelve políticamente”. Además cree que “la responsabilidad la tienen “los que vienen gobernando, esta forma de gobernar”.
Ester, que además de trabajar como promotora de salud, tiene un comedor en su casa, dice que “Bruera cortó el gas de los comedores. No manda más alimentos secos y la calidad de los frescos, carnes y verduras, es muy mala. Provincia envía yerba y alimentos secos que no son de buena calidad y no alimentan a los chicos. No mandan lo más necesario que es leche, azúcar y aceite”.
Ella también coincide en que uno de los problemas más graves es la contaminación del agua. Señala cómo por medio de la ingesta de agua no potable, los chicos contraen enfermedades que por el hecho de estar desnutridos se vuelven letales.
En cuanto a quién se debería ocupar Ester es tajante: “Los responsables son los gobiernos municipal, provincial y nacional. La Presidenta dice que se está haciendo un montón, pero acá no se ve nada. Los tema de salud y educación están relegados”. Plazademayo.com intentó comunicarse con autoridades del Ministerio de Salud provincial y con el secretario de Salud y Medicina Social del Municipio de La Plata, Dr. Jaime Henen; pero en ningún caso obtuvo respuesta.
En tanto, la directora de Cáritas La Plata, Graciela Encina de Ferrara, señaló que “hay muchos bebés de menos de un año que tienen bajo peso. Criaturas que debieran pesar ocho o nueve kilos, están pesando cinco o seis kilos”. Según los relevamientos que realizó esta institución, en muchos casos se debe hablar de malnutición. “Mucho alimento seco, arroz, polenta, fideos, poca carne, poca verdura, poca fruta. Son chicos que no toman leche, que no les gusta porque no están acostumbrados a ella”, completó.
Según pudo saber Plazademayo.com, la Asamblea de Madres de Puente de Fierro encargó un examen al programa Taller de Aguas que depende de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para determinar el nivel de contaminación del agua de la zona. La responsable de la investigación, la profesora de la cátedra de Toxicología e investigadora del CONICET, Leda Giannuzzi, confirmó esta información y explicó que se encuentran trabajando en el tema.
Denominador común
La desnutrición infantil no sólo se ve en Puente de Fierro, sino que este panorama se repite en los distintos barrios carenciados del Gran La Plata. Maia Luna, militante del Movimiento Barrios de Pie, indicó que desde el área de salud de su organización vienen realizando talleres de talla y peso en las distintas zonas donde poseen comedores y han comprobado que “alrededor del 30% de los chicos que concurren tienen bajo peso. La militante, también remarcó que “en la zona de Berisso es donde más se detectaron casos de riesgo”.
Por otra parte, según lo determinó Cáritas La Plata que trabaja en la maternidad y neonatología del Hospital San Martín de La Plata, en esta institución “nacen entre 15 y 20 nenes con bajo peso por semana”.
Responsabilidades
En diálogo con este medio, Lola Castellano, acompañante terapéutica e integrante del programa Niñez, derechos humanos y políticas públicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, sostuvo que “cuando hablamos de desnutrición, el derecho a la salud y a la alimentación están siendo vulnerados. Estos dos derechos son fundamentales para cualquier ser humano”, y añadió: “en la Constitución Nacional hay una adhesión a la Convención Internacional de los Derechos del Niño desde el año 1994. Es decir, es un derecho constitucional que cualquier niño o niña de Argentina esté bien alimentado”.
Además, Castellano remarcó que “el desarrollo de las leyes de niñez a partir del 2005, en particular la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolecentes y la Ley provincial 13.298, contemplan en varios artículos que el Estado debe remover cualquier tipo de obstáculos que impidan la restitución de cualquier derecho de niños y niñas”. En cuanto a quien se debería hacer cargo, la experta indicó que “existe una responsabilidad de todas las entidades del Estado, desde el Municipio hasta la Nación”.
Por su parte, Paula Talamonti, socióloga y experta en niñez de la UNLP afirmó que “la desnutrición está relacionada con la pobreza y que, generalmente, se da cuando hay varias décadas de marginación y ciertas estructuras consolidadas”. Asimismo, destacó que “la persistencia de la desnutrición está demostrando que las políticas públicas a corto plazo como la Asignación Universal por Hijo no están funcionando”.
No voy a ahondar en detalles. Está todo dicho en impresionante informe.
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