Pequeñas reflexiones de Pepe Botella
Para el gobierno, Macri no vale nada como ayer no valía De Narváez, muestra clara que para vencerlos no se necesita demasiado talento, al devaluar a sus vencedores asumen su propia mediocridad.
No actúan pensando en la sociedad sino en la Jefa que los mira, parecen una manada de comisarios políticos moviendo la cola para quedar bien con la dueña.
El gobierno ha desarrollado una majada de «héroes rentados», gritan como si defendieran ideas que no tienen, asustados de poder perder los sueldos que aman.
Inventaron un relato donde ellos son los buenos y todo el resto expresa el mal, lo compraron solo ellos y no pueden entender como la sociedad no actúa según su ficción.
La derrota desnudó al gobierno, si no la asumen, pronto la van a volver recurrente. La sociedad aprendió a pegarles donde les duele y a gozarlos cuando se ponen locos.
Los musulmanes que se suicidan con una bomba lo hacen por el paraíso de Ala, los Cristinistas que insultan opositores tienen prometido el cielo de Olivos.
La desaparición de Pampuro muestra la caída en desgracia de los alcahuetes tímidos, sus sucesores no paran de insultar y denigrar adversarios según el gusto del poder de turno.
Llegó la moda del alcahuete revolucionario.