Por Paloma Navarro Nicoletti (@Pilyo)
Las cenizas en San Carlos de Bariloche siguen en suspensión, igual que la tensión de sus habitantes.
El gobernador Miguel Ángel Saiz todavía no apareció. Los que sí aparecieron fueron los rumores de que el señor les pagaría a los turistas brasileros pasajes en colectivo, que los trasladaría desde Comodoro Rivadavia hasta la ciudad; ya que los aviones solo los acercaría hasta la ciudad de Chubut.
Mientras existe presupuesto para este gasto no esperado, no hay para pagarles los sueldos a las personas que viven en la ciudad. Según empleados del Hotel Llao Llao, no sólo les recortaron el salario un %50, sino también, les dan la opción de tomarse unas largas vacaciones sin goce de sueldo.
Esta misma situación se repite indefinidamente en la mayoría de los hoteles y comercios de la ciudad.
El único beneficio del plan diseñado para la reconstrucción de la economía barilochense es el congelamiento de precios en las chocolaterías. Y un mínimo descuento en los pases para acceder al Cerro Catedral (el cual, todavía no está habilitado ya que la nieve es escasa) Nada más. La ayuda de Nación ha creado más indignación que expectativas.
El futuro de la temporada invernal depende de la apertura del aeropuerto, que será en junio, perdón, la primera semana de julio, perdón, nuevamente, ya me marearon con las fechas. El problema no es que no tienen la fecha definida, sino, que es imposible limpiar el predio y las cenizas siguen volando. Entonces los aviones no pueden llegar y Esta situación se prolongaría un par de meses más. La única vía de comunicación es terrestre, por eso los micros aumentaron y los sureños le piden a Cristina que vuelva a poner el beneficio de la rebaja en las naftas que Menem quitó.
Igual tenemos suerte, este viernes se ha convocado a una “vigilia” para pedir encarecidamente por la situación catastrófica de la ciudad en el programa “Prende y apaga la luz” de Sergio Lapegüe.
Mientras tanto, la situación de la línea sur está 10 veces peor, ya que mucha gente vive del ganado, el ganado come pasto con ceniza y muere. Esto solo para empezar. Jóvenes de Comallo y Jacobacci que estudian en Bariloche han realizado por iniciativa propia campañas solidarias para su gente. La Iglesia católica lanzó a través de Caritas el programa “un fardo para tu hermano”, para asistir a los más necesitados de la línea sur.
Por momentos la zona se transforma en un campo de batalla en el cual no se sabe quién sufre más, seguramente se escuchan las voces de los que saben gritar más alto y que son los menos sufren. Los empleados, los pequeños comerciantes, los mapuches, los campesinos y los más pobres que siguen invisibilizados en la bella postal sureña.
Real…
Gracias!