Por Abu AL-Jaberi
En el contexto de una crisis que no parece llegar a su fin, los países de la Unión Europea van dando crecientes muestras de intolerancia y racismo hacia sus inmigrantes.
Tradicionalmente en Europa cuando hay abundancia, las minorías étnicas son medianamente aceptadas. Sin embargo, cuando la crisis asoma, esas mismas minorías resultan menos bienvenidas y el racismo comienza a ganar terreno.Así parece ser la situación hoy en día. Fue destacado en recientes acontecimientos sociopolíticos y confirmado por organizaciones e individuos -como la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) y el actual presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso- que Europa, una vez más, está mostrando su peor cara.
CONTRA LOS INMIGRANTES
Comencemos por repasar el panorama político europeo. Tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 y los recientes aprietos económicos, surgieron nuevos partidos contra los inmigrantes, que acumularon importantes victorias electorales en la última década. Algunos ejemplos son Suecia, Suiza, Holanda, Reino Unido. Exceptuando a Gran Bretaña, estos partidos políticos han evolucionado de críticos marginales de la “elite política” a una fuerza política dominante, influyentes en los gobiernos y sus políticas. La mayoría de ellos no tiene un programa político extenso, aparte de algunos “no” y un tonto “sí”: No a los inmigrantes.No a los que piden asilo.No al Islam y a cualquier “lugar de interés Musulmán que arruina el paisaje urbano”.No a Roma.Un sí absoluto y carente de crítica a “la única y verdadera cultura nacional”: el alemán en Alemania, los holandeses en los Países Bajos, etc. Una cultura percibida como superior a las demás, por causa de su “pasado glorioso” de progreso económico (es decir, la violación y hurto). Que además se jacta de su “intachable historial en derechos humanos” (¿qué hay de la venta y el uso intencional de armas prohibidas internacionalmente, y otros tantos ejemplos, demasiados para un entre paréntesis) y el hogar político y democrático (¿cuánta influencia tiene realmente el ciudadano europeo? ¿Podrían los contribuyentes, en una sociedad democrática genuina, realmente aceptar las sanciones que les impone la austeridad de una crisis de la que no son responsables?).
PROPAGANDA RACISTA
Thomas Hammarberg, comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, sostiene que existe una “clara relación entre esas actividades políticas y la frecuencia de los crímenes de odio. Algunos de los perpetradores militan en grupos extremistas y otros son influenciados por la propaganda” (muchos partidarios de los grupos extremistas, como la Liga de Defensa británica que realiza viajes por Europa para organizar manifestaciones contra los inmigrantes, dejan casi siempre como resultado, destrozos y una ola de violencia).Es más, el escenario político ha cambiado por completo. La mayoría de los partidos políticos, incluso los mayoritarios, han modificado sus políticas desplazándolas hacia la derecha; atemorizados de perder contra los extremistas, eligieron seguir sus pasos.
ALEMANIDAD
Las declaraciones de los líderes europeos, como la canciller alemana Angela Merkel, ilustran esto; frente a las amenazas que enfrenta la la “alemanidad” enfrenta, Merkel dijo que el multiculturalismo ha fracasado por completo y que “Nosotros [los alemanes] nos sentimos unidos a la imagen cristiana de la humanidad, que es lo que nos define. Aquellos que no lo aceptan, están en el lugar equivocado”. Expresiones similares fueron repetidas por otros políticos de todo el continente: otorgándole nuevo significado a los términos tolerancia y multiculturalismo un nuevo significado de que arrastra consigo una connotación negativa. El antagonismo hacia las minorías no se limita únicamente al uso de las palabras, influye en las decisiones políticas. Francia señala a los Gitanos Roma, desmantela sus campamentos y los deporta a Europa del Este. Los Roma son ciudadanos de la Unión Europea y tienen derecho a vivir en Francia, por lo que la Comisión Europea condenó la medida y amenazó con demandar legalmente al gobierno de Sarkozy. De todos modos, Francia se comprometió a continuar las deportaciones; Italia está siguiendo su ejemplo. El 11 de abril, Francia prohibió la vestimenta del burqa en lugares públicos, lo mismo harán los países vecinos próximamente.
DEPORTACIONES
A pesar de fuertes críticas de Amnistía Internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos Dinamarca y Holanda continúan maltratando a los solicitantes de asilo.Miles o son detenidos al año (incluso los niños), a la espera de su deportación. Tal como lo estableció en 2003 la ex ministra holandesa de Migración e Inmigración RitaVerdonk: se trata de una política deliberada para “disuadir a los solicitantes de asilo de que vengan de los Países Bajos”.
Una encuesta realizada recientemente por el Christian Science Monitor, muestra que aproximadamente un tercio de los alemanes están de acuerdo con la afirmación de que los extranjeros “son sólo abusadores del bienestar y deberían ser enviados de vuelta a casa”. Cuando el desempleo es alto, el 58% desearía que la práctica del Islam sea limitada y alrededor del 17% cree que los Judíos tienen demasiada influencia.Sumado a lo anterior, más y más mezquitas y sinagogas sufren ataques vandálicos y el número de crímenes de odio contra las minorías ha aumentado. Los hechos y las cifras muestran que la xenofobia está floreciendo en Europa. Aquellos que atinaban a pensar que el racismo se había evaporado del continente “tolerante”, adivinen de nuevo…