Por Marina Dragonetti
El poeta argentino Eduardo Kovalivker fue reconocido por la Academia de Literatura del Instituto Mexicano de Cultura por su novela El Informe, que traza un recorrido por las culturas prehispánicas y europeas.
“Estupenda y singular” y una “Conjunción perfecta de literatura y pintura” fueron algunos de los comentarios sobre El Informe, la primera novela del poeta Eduardo Kovalivker, presentada en México DF, con motivo de su ingreso como Miembro de la Academia de Literatura del Instituto Mexicano de Cultura, hace algunos días.
El relato había comenzado como una serie de cuentos treinta años atrás. Fue el mismo Borges quien sugirió que esos relatos devinieran en novela. Y su fin, que parecía perpetuarse en el tiempo como los personajes de la historia, llegó luego de numerosas anotaciones en papeles de trenes, aviones y madrugadas.
El presagio de lo absoluto, los laberintos del tiempo por donde paseaba la imaginación borgeana, la finitud que el Borges de carne agradecía: problemas ficticios, acaso tan ficticios como el muro que separa lo sagrado de lo profano. Problemas que vuelven a la literatura y desde ella, y que son retomados por Kovalivker.
Como un enciclopedista, el autor traza una línea temporal a lo largo de los siglos para “echar un vistazo a la historia del hombre, pasar por sus pensadores, descorrer las persianas del tiempo”, como afirmó Iván Escotto, uno de los oradores durante la presentación en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.
El escritor cuenta la historia de Manuel De León, alquimista cuya inmortalidad le permite recorrer tiempos y geografías, en busca del resurgimiento de las culturas prehispánicas de América. La travesía servirá para reflexionar sobre la vida, la religión, las guerras y la injusticia social.
La búsqueda de un fin universal para la historia, lo perecedero y el amor como posibilidad de infinitud, son los caminos por donde deambula Kovalivker. Guías para un pensamiento que, en medio de la tragedia del tiempo, encuentra sentido.
- El autor además escribió “Las Horas que Quedaron”, “Coloquio de fantasmas”, “Los Ríos de mi sangre” y “Antología poética”, entre otros.