Entrevista a Julio Bárbaro por Gabriel Levinas.
Con una mirada revisionista sobre la Ley de Servicios Audiovisuales, el ex titular del COMFER considera los avances, pero afirma que los principales objetivos no fueron alcanzados: “la Argentina necesita que haya televisión gratuita”.
httpv://www.youtube.com/watch?v=_3IPdyBAn2w
Frases destacadas
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“Antes de Kirchner estaba prohibido hablar de los medios”
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“La ley de medios está hecha por estudiantes universitarios” o “La ley está hecha por los que nunca tuvieron que ver con la industria”
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“Con la ley se avanzó en muchas cosas y con otras no se logró nada”
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“El robo que hace Telefónica con los teléfonos es muy grande”
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“La Argentina necesita televisión gratuita, y no la hay”
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“La TV digital no está funcionando”
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“En radio no se logró nada: al contrario Moneta compró algunas”
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“Las radios ilegales, continúan siéndolo”
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“El negocio del cable sigue en pie y los pobres no tienen TV”
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“Futbol para todos fue más importante que la ley”
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“Les robaron la imagen a la gente”
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“Martín Garcia es un militante y lo respeto mucho”
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“El poder simbólico de Clarín fue destruido”
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“El discurso kirchnerista es la herencia del discurso de defensa al comunismo”
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“ Cristina sigue siendo la mejor propuesta a la sociedad argentina”
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“Lo bueno del caso Pedraza es que se rompió la corporación sindical”
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“Nuestra democracia dejó de estar en el seno de la política y se marcó de izquierda”
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“Cristina debe mostrar logros en serio”
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“La oposición no existe”
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“Sería muy honorable que Cristina apostara a otra cosa”
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“La Argentina no tiene dirigencia”
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“Nos quedan las Madres y las Abuelas, los deudos, pero los héroes no están”
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“Si la derecha es productiva y la izquierda resentimiento, el futuro es conservador”
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“El resentimiento tiene patas cortas”
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“En Argentina la TV paga es una obligación”
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“El COMFER no perdona las multas”
Desgrabacion de la entrevista completa.
Gabriel Levinas: Estamos con Julio Bárbaro quien fue diputado, y además el capo del COMFER. Con él vamos a tratar la ley medios. Hace más de un año y medio que esta ley está vigente y funcionando, con altibajos, con decisiones judiciales encontradas, etcétera. Entonces decinos, ¿para qué se hizo esta ley?, es decir, cuál era la intención al sancionarla. Y de esta respuesta se desprenderá si se esa intención se alcanzó o no…
Julio Bárbaro: Se lograron objetivos aunque casi todos ellos no necesitaban para realizarse la sanción de la ley. El gobierno de Kirchner avanzó mucho sobre los medios. Antes de ellos no se podía ni hablar del tema, no se podía discutir sobre los medios porque estaba prohibido. Recuerdo que en una oportunidad peleé con Clarín tras lo cual publicaron una solicitada. Ninguna radio se atrevió a llamarme: ¿por qué?, porque el multimedio, hasta que Kirchner lo enfrentara con un poder simétrico, tenía un poder tal que era el dueño de todo. En eso sí la ley y la pelea valieron la pena.
Primero, se puso sobre la mesa el real debate sobre los medios, esto es un logro indiscutible. Segundo, el desarrollo estructural de la ley es exagerado. Está hecha por estudiantes universitarios que, en alguna medida, les tienen más bronca a los medios que otra cosa. Los medios tienen por un lado al Estado y por el otro a los dueños. Estos son los dos que se enfrentan. El tercero —que entró en discordia— es la universidad. La carrera de medios que se cursa en la universidad es un camino hacia la frustración universal: quienes la estudian, no llegan a ningún lado. Es como si los enfermos no usaran a los médicos sino a los curanderos; la carrera de Medicina se cerraría. Y así es que la carrera de medios suministró un debate alejado de la realidad. Se avanzó en muchas cosas y en otras no se logró nada.
Se avanzó en el sentido de que el Estado está presente en los medios. Esto está fuera de discusión. Está el Canal 7, está Encuentro, está el Canal 9 —que lo negociaron—, y está Telefónica que con Telefé se hace la distraída porque no quiere entrar en la pelea. El robo que hacen con los teléfonos es tan grande que no van a discutir sobre política en Telefé. Los españoles estarán en decadencia pero los negocios los siguen defendiendo. Entonces, ¿qué queda?: Clarín contra el Estado. Después Pierri se adhirió un poco al gobierno, Crónica tampoco pelea, y Hadad con su grupo, la 10 y C5N juega a líbero; a veces está a favor, otras en contra ¿Qué se logró al día de hoy? Televisión gratuita no hay. Lo más importante en la Argentina habría sido dar televisión gratuita a la gente. El que no paga no ve nada. Y hoy, al que no paga le dicen que va a ver, pero no ve.
G: ¿Cómo es eso? ¿La televisión digital no está?
J: No está funcionando. Hay trescientos mil decodificadores que nadie sabe dónde están, nadie pudo ver nada con ellos. Te dicen andá al Canal 23, yo fui dos o tres veces, no ví a nadie… Es como ciertas radios que vos y yo conocemos. Ahora, como la radio tiene la magia de no saber quién está del otro lado… En radio no se logró nada, es todo más complicado, más ilegal, y aunque todos griten, las grandes radios son de los mismos dueños que antes. Al contrario, se vendieron un par y las compró Moneta.
G: ¿Cuántas radios compró Moneta?
J: No hice la cuenta, creo que son siete u ocho, pero lo que quiero señalar es que nada cambió. Cambió que al ilegal le dijiste que no lo vas a perseguir… Y bueno, es lo mismo que el que está tirado en la calle: no lo llevás con la policía, pero no lo sacaste de la calle y le diste la estructura para integrarse a la sociedad. El ilegal es lo mismo…
G: Gente de adentro del COMFER me dijo, con respecto al nuevo ente regulador, que es tan difícil llevar adelante un control de todas las cosas, de todo lo que la ley dictamina, que se necesitaría un ejército de aproximadamente 20.000 personas para hacerlo.
J: Por eso te dije que es una ley hecha por universitarios que nunca estuvieron en los medios, se detienen en detalles que no sirven para nada. En síntesis, ¿qué necesita la Argentina? Que haya televisión gratuita. Esto es lo más importante, y no la hay. No la hay. Hay trescientos mil decodificadores que nadie sabe dónde están y a los que nadie llega. Es el ejemplo de que se pusieron universitarios a escribir; una enorme burocracia, ochocientos mil empleados en esa área. Ahora, el que no paga cable, no ve nada.
La ley para mí tendría que haber sido para enfrentar a Clarín como monopolio ¡Tiene más abonados el cable que nunca! O sea, el negocio del cable sigue en pie, los pobres no tienen televisión, y los universitarios llevan un libro que parece el libro Rojo de Mao o el Verde de Kadafi, y lo levantan y no sirve para nada. Sirve para ellos, pero no para la realidad. En los hechos, el Estado tiene más fuerza. Pero el Fútbol para todos fue más importante que la ley, mucho más importante como golpe a Clarín que como logro del gobierno. La ley es una extensa cantidad de notas hechas a la perfección que no afectó a nadie. No afectó a Clarín, al gobierno no le sirvió, tampoco a los pobres ni a los humildes.
G: Ahora… vamos a suponer que en lugar de ganar Cristina en las próximas elecciones ganase la derecha. Esa ley puede ser una herramienta mortal contra la gente…
J: Esto es como cuando se volvían locos por volver la radio de la Ciudad a la frecuencia 10, porque estaban ellos en el gobierno de la Ciudad. Después vino Macri y nadie más pide que devuelvan la frecuencia, ¿o no? Por eso digo, es la estúpida idea de que cuando es mío lo quiero perfecto y cuando es del otro lo quiero destruir. Es una tontería. Esta ley habría que transformarla en una ley valiosa en serio. Por favor, no hagamos cosas de izquierda, la izquierda siempre escribe grandes libros, lee los 22 tomos de Marx, pero la revolución la hacían los negros con Perón. Los que leían los 22 tomos de Marx hablaban pavadas, por eso ahora nosotros compramos los restos del partido comunista, compramos a Filmus, a Heller, a Sabatella, como si compráramos los restos de la Unión Soviética ¡Son restos muchachos! No sirvieron cuando tenían vigencia, no van a servir ahora en su decadencia.
G: En síntesis, la ley no sirvió para mucho…
J: La ley no. Lo que sirvió es el poder del Estado dispuesto a enfrentar a Clarín. Punto. Eso es lo que sirvió. Y lo que serviría es que la gente tenga televisión gratuita, muchachos, salgamos de la universidad y la pavada de la semiótica y de todo esto de lo que ustedes hablan. La gente que no paga, no ve televisión. Para eso está el Estado, muchachos, hagan peronismo, no hagan zurdismo.
G: Ahora vos hablás del Estado, y cuando uno ve los medios de comunicación estatales, ya sea Radio nacional o Canal 7, da la sensación de que confunden al Estado con el gobierno y con el partido político. Es decir que, de alguna manera, hay una utilización de una señal televisiva al servicio de un partido y de un gobierno. Según mi criterio, eso no es una televisión estatal.
J: Según el mío tampoco. Pero lo grave no está en que 678 me parezca desmesurado. Lo grave está en que el pobre de la villa que no tiene los 150 mangos para pagar el cable no pueda ver 678. Además esta tontería que vos marcás, se convierte en demencia cuando quieren hacer un sistema de señales para los que no tienen cable, todas desde el Estado. La gente quiere ver, dale diez señales de las libres, dale los cinco canales de aire… ¡pero dale algo! ¡No marxismo y leninismo organizado con semiótica, Umberto Eco y mi tía la gorda! La gente quiere ver algo. Le robaste la imagen. No se le devolvió la imagen a la gente.
G: Martín García el otro día armó un lío bárbaro, no sé si te enteraste. Puso la imagen de Kirchner ahí. Y entonces, ya no solamente confunden a los medios estatales con el gobierno sino que parecería que Martín los confunde con una unidad básica ¿no? Ojo, yo le tengo cariño a Martín, ¿eh?
J: Yo, muchísimo cariño. Martín es como es desde siempre y la verdad es que nunca convirtió su estructura mental en laboral. Siempre pensó igual. Es la primera vez que tiene una función por pensar así, entonces para mí, ¡chapeau! Cuando lo ponen ahí, saben lo qué piensa Martín. Él viene de hacer todo lo de Rodríguez Saa en otra época y es un caballero que cree que la militancia es eso, punto. Y ojo, él tiene una gran entrega. Entonces no es Filmus con la carita fina, no es Heller con el banco atrás… no, no. Es Martín García con la militancia. Ante eso, respeto, muchachos. Tiene su historia.
G: Hasta me invitó a mí a hablar en la …… sabiendo además que yo no soy kirchnerista, ni estoy cerca de serlo…
J: Martín es eso, y es maravilloso que sea lo que es. No es lo mío, pero merece todo mi respeto.
G: Bueno, terminas rápido con la ley de medios, no hay mucho que hablar casi…
J: Es que de lo que hablo es del logro. Había dos cuestiones, el desmesurado poder de Clarín frente al Estado…
G: Eso cambió. El poder simbólico también, lo destruyeron.
J: Lo destruyeron. Y la cuestión más clave de todas es que en la Argentina después de Cavallo y Menem, el que no paga cable, no ve televisión ¿Se arregló eso?
G: No, no se arregló.
J: ¡Y si no arreglaron eso, no arreglaron la clave! Porque esto es como los discursos de “¡milanesa para todos!” A mí me parece maravillosa la propuesta, pero después vamos al Chaco o a Formosa y la gente, no tiene ni “milanesa” ni nada.
G: Desde mi perspectiva, a partir de lo que yo pude averiguar, si un medio de comunicación quiere cumplir con todos los requisitos que se piden, no puede hacerlo.
J: Desaparece, no puede hacerlo.
G: Pero al mismo tiempo, a una radio equis, que es kirchnerista, que no tiene un solo papel, nadie la va a tocar. En cambio, a la televisión de Puerta, que es contrera, ahí piden el papelito y la cierran.
J: Ese es el cachivache que se hace, pero además vos tenés una cosa mucho más compleja. Hacen pasar por agencia a los programas… nunca fueron a una radio del interior. Vos vas a una radio de cualquier pueblo, de Trenque Lauquen… y ¡qué agencia! Si pasan el aviso del carnicero de la esquina que no le cobra la carne para que al otro día vaya a la carnicería de don Manolo, si lo tenés que pasar eso por agencia… sólo un universitario, que nunca vio una radio de cerca puede escribir semejante bolazo. Te insisto, es una ley hecha por los que nunca tuvieron que ver con la industria, con la estructura. Entonces está el Estado y están los medios, el tercero en discordia es el crítico como otra cosa.
G: Bueno, terminamos con la ley de medios. Ahora la política se complicó también. Hablaba con Sarlo el otro día acerca de algo que yo recuerdo: en la época de las Malvinas, me resultaba muy difícil ponerme de acuerdo con Briante, con quien manejábamos El Porteño. Él opinaba que yo no podía ir en contra del gobierno porque en ese momento estábamos peleándonos con el Imperio, y demás. Era una discusión que tenía un sentido. Pero hoy, muchos años después, la discusión política, intelectual, parecería que tiene un mecanismo parecido al de la guerra, donde si discuto con el gobierno le hago el juego a la derecha. Se trajo en democracia y en paz un discurso similar al de aquella época.
J: Pero es el discurso heredado de la defensa del comunismo. O sea, Stalin mataba, y ¿qué te decían los bolches? ¡De acá! Si vos lo criticás, estás defendiendo al Imperio. Un negocio maravilloso: como el imperio es más malo, todo lo que hago yo está perdonado. Punto. Esto no quita de que yo no te diga que hoy Cristina sigue siendo la mejor propuesta a la sociedad argentina por lo que aporta y por lo que hace. Ahora bien, de ahí en más mi posibilidad, mi derecho a decir “señores meten la pata en un montón de cosas”, sigue vigente. Porque esto de que yo aplaudo todo a tranquera cerrada, o niego todo, esto es algo que no nos pertenece ni a vos ni a mí.
G: No, esto es una cosa que inventó McDonalds, se llama el combo.
J: Claro.
G: Es un combo, vos comprás el combo completo, yo no puedo decir…
J: …Con la salchicha vienen las papas fritas. Claro, entonces al decir que Cristina hizo cosas bien viene el que afirma que la ley de medios es maravillosa. la metida de pata de todos estos tipos terrible y eso es lo bueno de Pedraza.
G: ¿Tiene algo bueno?
J: Lo bueno del caso Pedraza es que hasta la CGT y Barrionuevo se abrieron de él. Entonces se rompe la corporación, se rompe la estructura de todos los sindicalistas.
G: Eso ya había empezado con Zanola, ¿no?
J: Un detalle. Zanola y Pedraza, son dos individuos que destruyeron sus obras sociales. Cuando vos vas al Momo Benegas o vas a Cavalieri, con quienes vos y yo tenemos muchas diferencias, uno se encuentra con obras sociales importantes, entonces tienen otra justificación de sus roles. Pero al no haber democracia, hace 40 años que no se los toca: es lo mismo que vos sabés que pasa en Formosa y en Santa Cruz. Son dos provincias que tienen reelección eterna. Es monarquía eso, ¿o no?
G: Sí. Y si no estás con el tipo, no sabés cómo te va…
J: ¿Cómo? No existís.
G: Te sacan el agua, te sacan la salud…
J: Matan a los indios, qué les importa. En ese sentido te digo que la democracia nuestra dejó de estar en el seno de la política y se marcó de izquierda. Y de izquierda es esta payasada berreta, de estos socios, de si no apoyás a Stalin que lo mató a Trosky, pero era un detalle… era por la revolución que los mataba a todos ¿te acordás? Si no estás acá, por ende estás allá. A vos y a mí nos duele el fracaso de Cuba, pero no yo lo niego. Es un fracaso. Viene otro y me dice “no, es un éxito”. Andá a darte una vuelta…
G: Si los primeros cinco años tenés que meter en cana a medio mundo y cagar a tiros a quien sea, vaya y pase, pero si después de 50 años tenés que seguir igual, algo falló.
J: Todos los intelectuales que iban, no los voy a nombrar, pero volvían y volvimos y dijimos: “yo ahí no viviría”. Por lo tanto, no voy a defender a un lugar en dónde yo no sería capaz de sobrevivir.
G: El otro día me mandé un twitt que armó un poco de polémica, que decía algo así: si Cristina se saca de encima a sindicalistas corruptos, a gobernadores corruptos, intendentes corruptos, pierde las elecciones. Pero si no se los saca de encima, pierde el poder ¿Qué opinás de esa ecuación?
J: Por lo menos que tenga la voluntad de sacarse un pedazo sería importante. Es decir, no quiero a todos, pero Insfrán, digo, ¡no puede estar Insfrán! Ni vos ni yo somos chiquilines que pensamos que se puede cambiar todo en diez minutos. Pero decirle al Sanjuanino, “flaco, pará con robar el oro por dos pesos con veinte que nuestros nietos no van a tener oro por vos”.
Digo, agarrar a uno, como se agarró a Pedraza. Ni vos ni yo le pedimos todos. Le pedimos pasos, que muestre logros en serio. Y eso no se cambia con hacer una colectora con Sabatella. Eso no sirve para nada, es para mostrar esta estupidez de que Scioli es conservador. A Scioli lo inventaron ellos. Yo me peleé con Kirchner cuando eligió a Scioli de vice. Fuimos a cenar y nos agarramos a los gritos ¡Qué me van a contar lo de Scioli…! Les servía antes, les sirve ahora, no le vas a cambiar la ideología ¿Hace treinta años que vivís con ella y decís que no sabe cocinar? Es un cuento —risas—.
G: Bueno, pero la oposición está complicada también, ¿no?
J: No, la oposición no existe. En la oposición está el Peronismo Federal, que Duhalde cuando muestra todo lo que tiene alrededor, achica un poco y asusta. Duhalde arrastra personajes como Ruckauf…
G: ¿Todavía?
J: En la foto esa que sacaron el día del lanzamiento estaban todos. Y vos sumás, y observas que el radicalismo tiene a Sanz. A mí me resulta de lo más respetable de la política actual. Alfonsín me parece que a veces sí, otras no. Y el resto… queda poco. Poco y nada. Carrió se disuelve en agua ya, se va retirando lentamente…
G: Pino, por ejemplo, ha hecho proyectos respecto de los ferrocarriles, de denunciar a la minería, etcétera. En cambio, en el proyecto de Cristina no hay nada escrito. Es una entelequia inexistente. Si yo quisiera ser kirchnerista y pidiera el proyecto no tiene qué mandarme.
J: Exacto. Se llama modelo porque desfila con los modelos, pero no hay nada adentro. Hay mucha bronca. Yo comparto algunos amores del gobierno. Los odios son cosas de ellos. La impotencia de relacionarse con un adversario es una “pequeñez”, es algo “sin importancia”. Cuando vino Mujica al velatorio de Kirchner con los representantes de las otras fuerzas, todos nos pusimos un poquito colorados de vergüenza. Y hay otra cosa, Lula, Bachelet y Tabaré con el 80% de consenso, se van a la casa. Cristina, que ni los encuestadores pagos le llegan a dar —y mirá que hay encuestadores pagos en la Argentina— con la mitad de esos tres, quiere la reelección. Sería muy honorable que apostara a otra cosa y que esa cantidad de burócratas que dicen ser revolucionarios aceptaran que con un cargo, todos aplaudimos. Me parece que ésa es la situación hoy.
G: Lo que es evidente, es la incapacidad de los políticos para planificar. No planifican energía, no planifican educación, no planifican pesca, en definitiva, nada que de alguna manera pueda organizar un Estado hacia el futuro.
J: Ni debaten. Me parece que las sociedades generan clases dirigentes, y la Argentina no tiene dirigencia. Cuando vos observás a Brasil con Lula, además de él hay siete u ocho más ¡y en Chile ni hablemos! En Chile tenés nueve. Y acá no hay dirigentes, qué sé yo, cuando la planificación la escribe Terragno… —y yo lo quiero a Rodolfo— no sé si lo hace de la intelectualidad a la política… La dirigencia, está separada de la inteligencia. Debemos ser el único país del mundo en donde la universidad vive en otra estratósfera. La universidad no sabemos dónde está. No hay un piso del pensamiento de la universidad en la sociedad. No tenemos ni un Umberto Eco ni un Savater, no tenemos ni un Vargas Llosa. Y no porque me guste Vargas Llosa, porque no lo soporto, pero te quiero decir, no tenemos pensadores. Con vos alguna vez hemos hablado de las etapas de la plástica, como a veces hay pintores que son maravillosos y como otras no los hay. Tuvimos a Marechal y a Borges, y hoy no los hay, no tenemos esa literatura, lo cual no quiere decir que no haya buenos escritores, pero no tenemos uno para pelear al Nobel. Y bueno, hay etapas, como los jugadores de fútbol. En Brasil antes tenían cuarenta, ahora no tienen ninguno. Nosotros tenemos tres o cuatro. Son momentos del devenir de la humanidad. Dimos grandes pianistas, desde Martha Argerich en adelante y otras cosas, no dimos. Como no damos en este momento políticos, hoy no tenemos…
G: No, perdón, pero se puede reunir un grupo de ingenieros, un grupo de sociólogos… se puede hacer un laburo para ver cuánta energía se va a necesitar, por ejemplo, dentro de 10 años si el crecimiento se sostiene, para saber si hacer un dique, dos centrales nucleares o qué…
J: No tenés dirigencia política ni burguesía industrial. Nuestra burguesía industrial es retardada mental universal. La única que inventó a Cavallo, son estos que venden chocolatines en Córdoba: lo mandaron a privatizar y regalaron todo al extranjero y el día después dijeron “¡uy quedamos en minoría!” y hacían privatizar para que compren los demás, ¿vos encontraste una burguesía industrial así? Creían que vendiendo ganaban, se endeudaron. No tenemos burguesía industrial. Y sin ella no es explicable Lula, ¿eh? Mujica es el talento de la violencia. A nosotros nos queda Firmenich y estos cuatro idiotas que escriben por ahí pavadas ¿quién nos queda? Impresentable es lo nuestro, quedan las Madres y las Abuelas, los deudos, pero los héroes no están. Entonces si vos agarrás desde Bachelet a Mujica, pasando por la actual presidenta de Brasil, vos encontrás una historia de pelea y de violencia, y una transformación en la sabiduría. Los nuestros dicen haber estado cerca de la violencia y no estuvieron, y en lugar de la sabiduría se ponen a pelear ahora porque no pelearon antes. Es triste, pero hay una decadencia de toda la dirigencia argentina, la más decadente es la burguesía.
G: Pronto se cumple un aniversario de la movilización que provocó la famosa Resolución 125, ¿qué opinás de toda esa historia?
J: Opino la lógica, si la soja es el enemigo y las tragamonedas son las aliadas, y… la derecha va a avanzar más que la izquierda, y… ¿qué querés? Somos una sociedad donde nadie discute las tragamonedas y las armamos por todo el país. Y el juego —que como Perón decía, es el impuesto al tonto—florece alegremente. Si vas a los hoteles del interior, sale doña Rosa con la bolsa de papas y se gastó lo que era de mañana. Y eso crece y florece y no hay crítica. Y después te dicen ¡la soja! Si la derecha es productiva, produce alimentos y la izquierda resentimiento y… el futuro es conservador, hermano, ¿qué querés que te cuente? El resentimiento tiene las patas cortas.
G: Muchas gracias, Julio. Y ahora ¿hay preguntas de oyentes?
V: Sí. La primera es: ¿En qué se ha beneficiado la ciudadanía cuando los medios están metidos dentro de la agenda pública?
J: Yo creo que en nada, la ciudadanía se va a beneficiar cuando no necesite pagar. Por ejemplo, en Brasil, Chile y México la televisión gratuita es el 90%, la paga es un lujo que se dan los ricos. En la Argentina hay siete millones de abonados. La televisión paga es una obligación, eso nos los dejó Cavallo y Menem. Y la televisión gratuita, libre, acá en Capital podés ver… si movés la antena en el techo, ves tres canales, cuatro… pero cuando pasás Luján no ves más nada. Entonces, en realidad, en nada se beneficia hasta ahora el habitante.
V: Y en relación a esto mismo: ¿por qué no se pudo hacer ese proceso que se hizo en Canal 7, lo de la TV digital, en el resto de los canales? ¿Por qué no tomaron esa iniciativa?
J: Porque el problema no es si es digital o analógico, ni nadie tomó la iniciativa… el problema es cómo llega a la sociedad… Si yo le doy diez canales analógicos a doña Rosa gratis, no importa que sean digitales, que sea digital es una cosa distinta. El problema es que le llegue gratis a la gente ¿Por qué no se hizo? Porque no lo quisieron hacer. Ni en el Canal 7 ni en ningún lado, el 7 está, pero si el que paga tiene cien canales y el que no paga recibe uno, no me hablen de justicia distributiva. En el interior, el único que llega es el Canal 7 y no a todos lados. Ni el 7 ocupa toda la geografía argentina.
V: La última: ¿por qué nunca el COMFER difunde la información de las licencias y las multas que hay sobre estas cosas?
J: Siempre se difunden, hay un error en este tema. La multa a los medios es una cosa que siempre termina en la justicia, yo no puedo difundir un juicio. Yo le pongo una multa a Canal 13 y Canal 13 va al juez. No hay forma de cambiarlo. Esto no es un partido de fútbol en donde yo toco pito, te saco la amarilla o la colorada. Hay una estructura de justicia y la sociedad cree que el COMFER o el Estado les perdona las multas. No les perdona las multas, cada vez que hay una multa, hay un abogado que va a discutirla, y bueno, eso da un proceso.
G: Julio Bárbaro, muchísimas gracias.